La noticia sobrecogió a los ciudadanos de Castelló, a todo el país, el pasado 25 de septiembre. Un hombre asesinó a sus dos hijas -de 3 y 6 años- y después se suicidó en el domicilio de la capital de la Plana que había compartido con su entonces expareja, Itziar.

La mujer relató ante la Policía Nacional episodios de malos tratos a lo largo de buena parte de su matrimonio. En febrero, cuando Itziar ya estaba separada, denunció numerosas amenazas, dirigidas a sus propias hijas, según recogen los atestados policiales. Pese a la contundencia del relato, la magistrada especializada en causas de violencia de género decidió negar la orden de alejamiento, cuestionando además el miedo de la madre por el hecho de que se quedó a vivir en el mismo barrio que sus hijas.

Casi dos meses después, el impacto del caso en la sociedad castellonense perdura, como ayer reconoció la psicóloga del servicio de Igualdad de Oportunidades de Mujeres y Hombres del Ayuntamiento de Castelló, Reyes Santamaría, quien desveló el constante aumento de «mujeres que tienen cada vez más reticencias» a la hora, no ya de denunciar a sus parejas o exparejas, sino a reclamar cuestiones como la manutención que deben pasar para el cuidado de los hijos en común.

La psicóloga, en un acto celebrado en el ayuntamiento para presentar un manual sobre el tratamiento de la violencia machista en los medios de comunicación, señaló en el debate posterior que, desde el pasado mes de septiembre, ha habido una «onda expansiva» del caso de Itziar, sobre todo al darse a conocer a la opinión pública un presunto efecto sobre el asesino de la exigencia de Itziar de que le pasase la obligada manutención de sus hijas.

Ahora, entre las mujeres que acuden al servicio de Igualdad del ayuntamiento ha ido aumentando «el número de las que no quiere saber nada» tanto a la hora de denunciar como de exigir las manutenciones, se lamenta Reyes Santamaría, que reclama a los medios de comunicación más prudencia a la hora de vincular conceptos y situaciones en los casos de violencia machista.

El área de Igualdad del consistorio castellonense cuenta con seis personas que trabajan a diario con la mujer, entre los que se encuentra un abogado, una trabajadora social y una psicóloga. Además de informar y atender dudas, realizan terapias y asesoran a nivel jurídico.