La provincia de Castelló cuenta con un total de 490 bienes inmuebles de uso religioso, según refleja la estadística de la Dirección General del Catastro correspondiente al año 2017. Esta cifra supera en 120 a los inmuebles registrados en el mismo organismo bajo ese epígrafe de uso religioso en el año 2006.

Los municipios con mayor número de inmuebles religiosos son la ciudad de Castelló, con 39; Morella con 19; Nules, con 16 y Vila-real, la Vall d'Uixó, con 15 en cada municipio. Y tras ellos, se sitúa la localidad de Onda con 13 inmuebles de uso religiosos y Almassora, con 12. Mientras, la capital de Alto Palancia, Segorbe, tiene registrados 11, idéntica cifra a la de Borriana,en la Plana Baixa.

La estadística del organismo dependiente del Ministerio de Hacienda correspondiente a 2017 en relación a la de 2006, refleja que por ejemplo en caso de la capital de La Plana se ha producido un aumento de cinco unidades (de 34 a 39). Otro elementos destacado de estas estadística de la Dirección General de Catastro es el de la población de Benicàssim donde se ha producido un descenso, y se ha pasado de los 15 inmuebles registrados en el año 2006 a sólo cinco en 2017.

En cuanto a los pequeños municipios del interior de la provincia, destacan los casos de la localidades Jérica, con 7 edificios religiosos y Cortes de Arenoso y Les Useres con el mismo número de unidades.

Inmatriculaciones

La titularidad de los edificios religioso y, en concreto los referidos a la Iglesia Católica ha sido objeto de polémica en los últimos años, sobre todo a raíz de las inmatriculaciones a partir de 1998, cuando el Gobierno de José María Aznar modificó la Ley y el Reglamento Hipotecario para suprimir el artículo 5, que impedía al clero inscribir a su nombre edificios de culto, iglesias, catedrales o ermitas. Desde ese momento, los templos se sumaron también al proceso de inmatriculaciones. En marzo de 2015 el Congreso de los Diputados eliminó ese privilegio.

Estas inmatriculaciones, es decir, inscribir a nombre de la iglesia bienes que no estaba registrados a su nombre, han sido cuestionadas por Plataforma Recuperando. La entidad reclama al Gobierno la lista de todos los inmuebles inmatriculados desde 1946. La rama de la asociación en la Comunitat Valenciana, recién constituida, estima que desde 1946, cuando comenzó esta práctica en España, en esta autonomía existen unos 3.000 bienes que han pasado a manos del clero.

El IRPF nutre las cuentas de la Diócesis

La Diócesis de Segorbe-Castelló ha hecho público el balances de sus cuentas, según el cual la entidad católica cuenta con unos ingresos totales de 4.832.160, 24 euros. El grueso de esa cantidad (61,82 %) procede del IRPF por la casilla X en la declaración del Impuesto sobre la Renta de los contribuyentes españoles.

Mientras, el 14,30 del volumen total de ingresos tiene su origen el patrimonio y otras actividades, como alquileres de inmuebles, financieros y actividades económicas. El 15,48 % corresponde a otro ingresos corrientes por servicios, subvenciones públicas corrientes e ingresos de instituciones diocesanas.

El 5,85 % son ingresos extraordinarios por subvenciones de capital, enajenaciones de patrimonio, y otros ingresos extraordinarios; y, por último, el 2,55% son aportaciones de los fieles a través de colectas y suscripciones.

Por lo que se refiere a la distribución de los gastos de ese presupuesto global queda de la siguiente forma: Retribuciones del clero (salarios y seguridad social) 39,94 %; conservación de edificios y gastos de funcionamiento, 32,25 %; retribución del personal seglar (salarios y seguridad social), 10,12 %; Gastos extraordinarios, 10,13 %; Acciones pastorales y asistenciales, 3,81 %; y aportaciones a los centros de formación, 0,75 %.

La diócesis de Segorbe-Castelló cuenta con una nómina de 175 sacerdotes, 54 misioneros, 1.085 catequistas, 146 parroquias y dos cabildos y 12 monasterios de religiosos y 11 de religiosas.