Los trabajos de exhumación de represaliados del franquismo en Castelló tienen la emoción marcada en cada palada que se hace sobre la fosa del cementerio civil. Son nueve días de trabajo intenso de la mano de la empresa ArqueoAntro, acompañados en todo momento por los representantes del Grup per la Recerca de la Memòria Històrica de Castelló y, fundamentalmente, por los familiares, en especial los de Rafael Prades, José Monfort y Eduardo Ferreres, los tres principales objetivos de este primer proyecto de exhumaciones avalado por el ayuntamiento.

Las sorpresas comenzaron ya el primer día, cuando aparecieron dos cuerpos que no debían estar ahí, las emociones siguieron los días sucesivos con la presencia continua de familiares de otros represaliados enterrados en el cementerio, que se están enterando de la posibilidad de recuperar los restos de sus seres queridos gracias a la repercusión mediática. La adrenalina, en cualquier caso, se disparó ayer con un hallazgo singular: un sello con dos iniciales, R.R. junto a uno de los cuatro cuerpos hallados el pasado lunes en la zona donde se está buscado a Eduardo Ferreres.

Estamos hablando de la fila 4, sepultura 27, donde salieron el lunes salieron a la luz cuatro represaliados, de los que uno se prevéque sea Ferreres, que serán exhumados. Los trabajos realizados sirvieron para encontrar junto a uno de los cuerpos un anillo con unas iniciales que generaron gran expectación entre los integrantes de ArqueoAntro.

Queta Ródenas, investigadora del Grup per la Recerca de la Memòria Històrica, confirmó a Levante de Castelló que, una vez analizada la documentación, se puede garantizar que el anillo en cuestión pertenecía a Ramón Roda Roures. Según queda recogido en los trabajos elaborados por el colectivo, en la fila 4 de la fosa del cementerio civil, Ramón Roda Roures (sepultura 28) estaba enterrado junto Eduardo Ferreres Sospedra (sepultura 27). Con todo ello, parece claro que los otros dos cuerpos encontrados son de Juan Calduch Tena (sepultura 25) y de Bautista Guillamón Roda (sepultura 26).

Todo está acotado, y parece que no hay dudas sobre sus identidades, pero deberán ser las pruebas de ADN las que confirmen las identidades. Aunque ya se dispone del de la familia de Ferreres -su madre y su hija han vivido intensamente esta jornada de exhumaciones-, el objetivo será localizar a familiares de las otras tres víctimas del franquismo halladas junto a él para poder cotejar la identidad. Los cuatro -Eduardo Ferreres (47 años), Ramón Roda (29 años), Juan Calduch (47 años) y Bautista Guillamón (43 años)-, según consta en los registros, murieron el 24 de enero de 1940, fusilados todos ellos junto al cauce del río Seco. Se da la circunstancia de que todos ellos eran de Alcalà de Xivert.

ArqueoAntro trabaja ya en la fosa de José Monfort, el tercero de los objetivos iniciales, aunque no se descarta que puedan aparecer más restos. De hecho, ya son 10 los cuerpos localizados desde que empezarán las labores de exhumación el pasado 20-N. Se espera también que la hija de José, María Monfort (91 años), pueda venir estos días hasta el cementerio de Castelló acompañada por su hijo, Josep Viciana, para vivir in situ el momento, cargado sin duda de emociones. José Monfort, de Forcall, estuvo un largo año en la cárcel hasta su fusilamiento, tiempo en el que «redactó numerosos poemas junto a otros presos, que se hacían llamar Los Ratones, porque aquello era una ratonera», rememora Josep Viciana.