Los de Gutiérrez, reforzados en la moral, ven de cerca la posibilidad de salir de los puestos de descenso. Muchos de los problemas siguen ahí, en realidad, pero se asumen y se ven de otra manera. El Castellón es antepenúltimo, empatado con el colista, pero ahora importa menos. El Castellón viaja con un capazo de bajas (de Regalón a Máyor pasando por Castells o José Carlos), pero ahora importa poco. Igual que la falta de victorias tapaba los aspectos positivos, la primera de ellas ha puesto el foco en un inusitado optimismo.

David Gutiérrez, el técnico albinegro, se movió ayer en rueda de prensa entre la cautela y el optimismo, la invitación a los nuevos y mejores tiempos. Para ello necesita hoy otra victoria que entierre de manera definitiva los malos presagios. «La intención es prolongar la tranquilidad que se vio en el equipo a partir del gol de Muguruza», apuntó, «y poder sacar así nuestra mejor versión». «Las vibraciones son mejores, tenemos muchos recursos para poder ganar en cualquier situación», dijo, «y el optimismo se mantiene. En la situación que estábamos antes de ganar, lo normal hubiera sido acabar a palos, pero internamente el vestuario ha estado y está unido y comprometido».

Con todo, Guti recordó que «solo hemos ganado un partido, pero lógicamente la semana la vivimos con un poquito más de alegría. Hay que conseguir ganar varios para que tantos empates no parezcan tan malos».

Enfrente le aguarda esta tarde el modesto Ejea, y su campo de césped artificial. «Desde que cambiaron de sistema para jugar más directos, en casa empataron con el Lleida y ganaron al Mestalla», apuntó Guti, «espero un partido de contacto y juego directo».