La economía de Castelló protagoniza una desaceleración en el segundo semestre del año por una contención de las exportaciones, que son fundamentales en sectores claves del territorio como la cerámica y los cítricos. La presidenta de la Cámara Provincial de Comercio, Lola Guillamón, confirmó ayer que la economía castellonense sufre una «ralentización importante» desde septiembre, pero trasladó un mensaje de confianza y se mostró convencida de que en 2019 la provincia volverá a «levantar la cabeza».

Guillamón realizó estas declaraciones en el marco del balance anual que en rueda de prensa efectuó ante los medios de comunicación. Subrayó que la situación económica actual ha entrado «en un momento de contención en su crecimiento», pero agregó que «estamos en una situación bastante mejor de la estábamos hace apenas un lustro». Añadió que el mercado exterior «es cada día más complejo, pero tenemos que estar preparados y ser menos vulnerables a las embestidas de la economía».

La Cámara ha detectado un empeoramiento de la economía provincial al registrar un descenso la cifra de certificados que tramita relacionados con las exportaciones que se dirigen fuera de la Unión Europea. Según fuentes de la entidad, de enero a noviembre han disminuido un 7 %, y esta reducción fue más acuciada en septiembre al situarse en el 15 %. De enero a noviembre se han contabilizado 40.000 certificados, según puntualizaron fuentes de la entidad cameral.

Ante los nuevos retos de la economía internacional, la presidenta de la Cámara abogó por más «competitividad, la búsqueda y consolidación de nuevos mercados, la modernización del comercio, la digitalización y el desarrollo de nuevas tecnologías como punto de apoyo para afrontar nuestros objetivos».

Tal como público este diario, la patronal azulejera (Ascer) atribuye el freno de las exportaciones por las medidas proteccionistas que están adoptando algunos países en la nueva coyuntura mundial. En este sentido, el pasado mes de noviembre se abrió una investigación antidumping por parte de los países del Golfo contra las importaciones españolas.

La dirigente cameral reivindica desde hace años la ejecución de las infraestructuras pendientes con la provincia. Ayer volvió a reclamar los proyectos que necesita la provincia y que, o no llegan, como la prolongación de la Cv10, o se ejecuta una versión con menos prestaciones como es el tercer raíl del corredor mediterráneo. De momento, de las demandas históricas solo existe el compromiso de liberalizar la AP7 cuando finalice su concesión, el 31 de diciembre de 2019. Guillamón reiteró que pide «lo mismo que todos los años», esto es: «el corredor mediterráneo, la liberalización de la AP-7 y la continuidad de la CV-10 hasta Cataluña porque supondría un avance importante en la vertebración».

De cara a las elecciones de 2019, Guillamón pedirá al Gobierno, «sea el que sea, que se tomen en serio las reivindicaciones de la provincia, para que la Comunitat Valenciana no sea diferente al resto y se acabe con la carencia de infraestructuras, que están todas encima de la mesa pero se tienen que llevar a cabo».