Luis García Plaza relevó ayer a Javi Calleja en el banquillo del Villarreal. El nuevo entrenador firma hasta final de temporada. El submarino, apurado en la zona baja de la tabla, estrenará técnico el jueves en el estadio de la Cerámica. García Plaza debutará ante el Spartak de Moscú en el último partido de la fase de grupos de Liga Europa. Necesita un punto para asegurar el pase a las rondas eliminatorias.

El madrileño, que acaba de cumplir 46 años, recala en el club amarillo acompañado por Pedro Rostoll (segundo entrenador), Eduardo Domínguez (preparador físico) y Raúl Gallego (analista). Conoce la casa. Entrenó al filial del Villarreal en la temporada 2005-06, con el ahora capitán Bruno Soriano y el delegado del equipo Xisco Nadal en sus filas. A lo largo de su carrera ha dirigido a Altea, Villajoyosa, Elche, Benidorm, Levante (al que subió a Primera), Getafe, Baniyas (Emiratos) y Beijing Renhe (China).

Ahora regresa a la primera línea del fútbol español con el submarino. El Villarreal ha construido su relato entre dos fuerzas. En esa dinámica del péndulo se ha movido en los últimos lustros. Una, la del estilo de toque y juego posicional que representaba Manuel Pellegrini, es la que trató de rescatar en vano Javi Calleja. El madrileño relevó en octubre de 2017 a Fran Escribá con el objetivo de recuperar esa esencia. Lo intentó de veras, con el rombo y sin el rombo, acumulando centrocampistas de buen pie. Tuvo momentos brillantes. Sin embargo, la falta de contundencia en las dos áreas ha interrumpido su proyecto antes de hora. El consejo fue paciente, pero el sábado llegó al límite. La derrota ante el Celta deja al Villarreal a tiro de piedra del descenso, con LaLiga acercándose al ecuador. Ayer decidió el cambio de guardia.

El movimiento implica asimismo un golpe de timón en el estilo. La fuerza de la nostalgia de Pellegrini solo halla discusión con el recuerdo del fútbol veloz y dinámico que implantó Marcelino García Toral, que también enlazó varias temporadas de éxito, un ciclo largo. Así llevó al equipo de Segunda a Europa. Luis García Plaza, el nuevo entrenador, puede reivindicar una tercera vía, pero maneja unos postulados sin duda más cercanos a Marcelino que a Calleja o Pellegrini. En el Levante exprimió recursos y en el Getafe mostró un fútbol más elaborado. Su sistema preferido suele ser el 4-2-3-1.

Estreno

Ayer García Plaza dirigió su primer entrenamiento. Tras su experiencia asiática, buscaba equipo en España. Lo reconoció recientemente en una entrevista con EFE ofrecida hace tres semanas. «En estos momentos estoy libre. Es verdad que estamos hablando con el club, pero este puede ser el momento de cambiar. No está cerrado al cien por cien, pero existe una alta posibilidad de que no siga», indicó en noviembre. «No cierro ninguna puerta y estoy abierto a todo el mundo. El cuerpo, a nivel familiar, me pide estar en España, aunque lo ampliaría a Europa. Hubo alguna opción de ir a la 'Championship' en Inglaterra, pero me apetece parar un poco», subrayó García Plaza. Ahora su camino se ha cruzado con el amarillo.