El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 4 de Vinaròs mantiene abierta una investigación por la muerte de un joven que se precipitó desde la muralla del castillo de Peñíscola el pasado mes de febrero. En la causa hay dos agentes de la Policía Local investigados por un delito de homicidio por imprudencia. Como informaron fuentes judiciales, el juzgado investiga si el fallecido recibió algún disparo con una pistola eléctrica paralizante, mientras se encuentra a la espera de recabar varios informes y la declaración de un testigo.

Fue durante la madrugada del pasado 3 de febrero cuando un hombre falleció en Peñíscola tras caer desde una altura de 10 metros en la muralla del casco antiguo. El joven, de 23 años, huía de la Policía Local cuando llegó al borde de uno de los miradores y se precipitó desde una altura de 10 metros, cayendo a escasos metros del mar en la escollera del puerto.

Todo comenzó a las 3.10 de la madrugada, cuando la Central de Policía recibió la llamada del propietario de uno de los establecimientos del casco antiguo, quien alertaba de que había saltado la alarma del local colindante y las puertas del mismo se encontraban abiertas. Cuando las dos patrullas de Policía Local se acercaron hasta la zona, el varón «al percatarse de su presencia empezó a correr hacia el antiguo matadero, frente al Bufador», según fuentes policiales. Dos agentes fueron tras él con el objetivo de poder identificarlo y, el hombre, al verse acorralado, saltó -o cayó- por la muralla, desde una altura de unos 10 metros sin poder alcanzar el mar. En el momento del siniestro la Guardia Civil no pudo confirmar si se tiró por voluntad propia o si resbaló cuando cayó a la zona de la escollera del puerto.

Ahora, diez meses después del suceso, el juzgado investiga la posibilidad de que el joven recibiese disparos de pistola eléctrica por parte de los agentes antes de precipitarse.

Denuncia de la familia

La familia de la víctima denunció estos hechos y, según ha informado su abogado, «los policías investigados declararon que dispararon porque estaba yendo a atacarles pero el joven recibió los disparos por la espalda, uno en la cintura y otro en el gemelo».

El letrado de la familia del joven fallecido asegura además, a través de un comunicado, que existen «enormes contradicciones» en el relato de los hechos de aquella madrugada del 3 de febrero. Además de los agentes, el Ayuntamiento de Peñíscola está personado en la causa como responsable civil subsidiario. El procedimiento se encuentra en fase de instrucción y el consistorio ha comunicado que dará declaraciones de los hechos en cuanto haya una resolución judicial.