La Famosa Representación de la Asunción de Nuestra Señora a los Cielos» se ha podido reestrenar en Santa María de Castelló, por obra y gracia de la asociación cívico-religiosa que lidera Fernando Vilar. Como se recordará este, en su faceta de investigador, cual Perot del XXI, fue la persona que descubrió la imagen de la Lledonera en el museo de Nuevo México.

En esta ocasión, el hallazgo radica en que la puesta en escena del drama mariano se realiza a las puertas de la Navidad, cuando María está a punto de dar a luz, y no el 15 de agosto, el día de autos, como sucede en la Festa d'Elx, el único misterio que ha sobrevivido al concilio de Trento, que quiso poner fin a este tipo de espectáculos teatrales dentro de las iglesias católicas.

¿«Mos quedem» o no?

No obstante, el de Castelló, según informa el historiador Lluís Meseguer, de forma intermitente fue decayendo por lo siglos de los siglos hasta finales del XIX, cuando el Heraldo dio la noticia de que la gente había perdido el interés por la representación para acudir en masa a pasar la fiesta de la Marededéu en el Pinar. Era lo que se llamó el Mos quedem, un traslado familiar en los días del ferragosto valenciano (la festividad propiamente dicha, Sant Roc y hasta el gos) con el carro de vela, los animales domésticos y los colchones de paja.

El Mos quedem se hizo tan popular que incluso derivó en una zarzuela de la que, como sucede con nuestro misterio asuncionista, se perdió la partitura. Esta opereta grauera estaba montada en un acto, la música era de Ángel Gascó y los hermanos Soler firmaban el libreto. Aún hay quien tararea algún pasaje inconexo.

Nada que ver con la labor de recuperación de Fernando Vilar, que ahora vuelve a levantar el drama sacro, como ya se hiciera en 1999 y 2008.

En aquel momento, los responsables de la reposición, ante la ausencia de música, contaron con una composición de Matilde Salvador, y para el texto original en castellano realizaron un par de intentos (frustrados) para que dos poetas vernáculos lo tradujeran al valenciano.

En cuanto a corregir la incoherencia del mes ahora elegido (diciembre), el promotor ha señalado que su objetivo es volver a levantar el telón en estío, cuando toca. Claro que entonces, el drama será que el público estará en Benicàssim, en el nuevo Mos quedem.