La ciudad marinera de Peñíscola guarda infinidad de rincones con historia que ahora pueden ser descubiertos por todos aquellos que la visiten, incluso los más pequeños. Con las dos nuevas rutas familiares los niños y niñas pueden aprender todas las curiosidades del patrimonio arquitectónico e histórico del municipio.

Son dos los recorridos propuestos, el de la Pirata Mar y el del Caballero Roque. Cada uno de ellos está señalizado con postes informativos y pantallas táctiles para que el público infantil descubra las explicaciones y mapas.

El área de Turismo de la localidad ha ubicado un total de 19 nuevas señales informativas identificadas con la marca Peñíscola Familiar «que se complementan con la información especializada y orientada a compartirla en familia que está ya disponible en el portal turístico o en los nuevos folletos con los que cuentan las oficinas de información turística de la ciudad» explicó el alcalde, Andrés Martínez, en la presentación de las rutas.

Ruta de la Pirata Mar

La vida pirata es un símil de la visita a Peñíscola, ya que puedes descansar unos días sin perder de vista el mar, los barcos y la vida marinera. A través de este recorrido las familias pueden descubrir de forma divertida los rincones del casco antiguo en los que el mar es el protagonista. El tiempo estimado para realizar esta ruta es de 1 hora y 15 minutos, para la que es imprescindible llevar calzado cómodo ya que recorre un total de 10 paradas por toda la península rocosa. Estas son el Portal de Sant Pere, el Bufador, el Museo del Mar, la Casa de las Conchas, el nacimiento de agua de Santa Ana, el Paseo de Ronda, la Font de la Petxina, la Porteta, les Fontetes i la fuente de Sant Pere.

El Caballero Roque

En esta ruta el Caballero Roque guía a los visitantes a través de nueve paradas señalizadas por distintos escenarios históricos e invita a sus participantes a descubrir el tesoro escondido. Tanto en la web de turismo de Peñíscola como en los folletos y paneles se muestran datos curiosos del municipio para que las familias aprendan al mismo tiempo que descubren nuevos escenarios. La ruta comienza a los pies del casco antiguo, en la Plaza Santa María, y finaliza en lo más alto de la roca, en la Ermita de la Virgen de Ermitana y el Castillo del Papa Luna.

Por último, para llegar a las dos últimas paradas los visitantes deben recorrer el Portal del Desafío, la Iglesia de Santa María, el ayuntamiento, la Bajada de Felipe II, las antiguas escuelas y los Jardines del Castillo. El recorrido se realiza en una hora y para él también es aconsejable llevar calzado cómodo y protegerse del sol.