Centenares de agricultores y ciudadanos en general salieron a la calle el martes en 19 municipios de Castelló para mostrar ante Bruselas y el Gobierno la grave crisis que padece el sector citrícola por la competencia desleal de la producción de Sudáfrica. Los agentes implicados en el sector y la sociedad civil -ayuntamientos y tejido asociativo-, unen sus fuerzas para intentar virar la situación de una actividad clave en las comarcas de Castelló. La liberalización de las importaciones de las naranjas sudafricanas tras el acuerdo de la UE con este país en 2017 ha colapsado los mercados europeos. El tratado permite unos envíos desde Sudáfrica con unas condiciones fitosanitarias más laxas que las que se exigen a las exportaciones nacionales. Esta circunstancia, ademas de arruinar la primera parte de la campaña de Castelló, pone en peligro la viabilidad de la producción provincial, ya que cuatro de las once plagas de cítricos que han entrado en la UE proceden de Sudáfrica.

Así lo puso de manifiesto ayer el secretario general de la Unió de Llauradors, Carles Peris, en un brindis navideño con los medios de comunicación para ilustrar el daño en los cítricos de Castelló de la fruta sudafricana. Según el dirigente agrario,en la primera fase de la campaña el precio ha bajado de media un 23 % y las pérdidas en Castelló ascienden a los 34 millones de euros «debido al acuerdo de al UE con Sudáfrica y terceros países que ejercen una competencia desleal muy fuerte».

En esta segunda parte de la campaña, las ventas se han animado, pero según Peris, es complicado que compensen los malos resultados de la primera fase, ya que contemplaba el producto estrella de Castelló (clemenules) y siguen los precios bajos.

La Unió, afirmó, mantendrá una reunión hoy con en el Ministerio de Agricultura en el que dará traslado de las reivindicaciones citrícolas. Por un lado, insistirá en que el Gobierno presione a Europa para que aplique la cláusula de salvaguardia en Sudáfrica, un mecanismo contemplado en el acuerdo en caso de que se perciba un impacto negativo de las importaciones en Europa. La Unió pedirá los protocolos fitosanitarios e incidirá, especialmente en la implantación en las importaciones del tratamiento en frío. En segundo lugar, propondrá medidas más estructurales vinculadas a una aplicación más efectiva de la cadena alimentaria para que los beneficios del sector se repartan de manera más equitativa entre los diferentes actores. Por último, planteará al ministerio medidas compensatorias para el agricultor por las pérdidas registradas, entre otras, exenciones en el IBI o la concesión de ayudas para que se pueda retrasar un año la recolección ante la caída en los precios de ventas.

Por otro lado, el secretario general de la Unió destacó el éxito de la movilización del martes, sobre todo, el «engranaje» mostrado entre agricultores y ciudadanía.

En este sentido, la plataforma per la Dignitat del Llaurador de Castelló, que integra a todas las asociaciones de la citricultura y a 15 ayuntamientos de la Plana Baixa, subraya que las concentraciones conjuntas, que se desarrollaron a la vez en 19 municipios de la provincia, 10 de València y uno de Tarragona, bajo el lema «Per la Defensa de la nostra citricultura», «son el punto de partida para comenzar a trabajar en nuevas acciones», resalta el portavoz de la plataforma, el también concejal en Nules, César Estanyol.

«Uno de los aspectos más importantes de estas movilizaciones es que en pocos días se ha conseguido el respaldo de muchas poblaciones que no son miembros de la plataforma. Fueron 30 las localidades que lo hicieron en defensa de nuestra citricultura ante las políticas de la UE», continúa Estanyol, que remarca que en la Plana Baixa se concentraron 6.000 personas.