«Estoy muy ilusionado. Este es un momento especial en un equipo muy especial para mí», reconoce Pablo Roig. El joven futbolista es una apuesta fuerte de Óscar Cano, pero él lo tiene claro: «Es el momento de tener los pies en el suelo y saber que no he hecho nada todavía».

Su intención es «seguir trabajando fuerte como hasta ahora y aprovechar las ocasiones que me dé el entrenador», como la del sábado pasado ante el Conquense, cuando disputó 23 minutos y fue uno de los que más aportó al equipo. De tirar del carro dice que «tiraré», pero advierte que él es el más joven y que jugará donde le toque, en el filial en Regional Preferente o en el primer equipo, en Segunda División B. Cabe recordar que debutó con el CD Castellón el pasado 25 de agosto en Castalia contra el Atlético Baleares, de la mano del entonces técnico Sergi Escobar.