Ópalo se ha convertido en uno de los restaurantes más prestigiosos de Orpesa. Con dos años y medio de vida, este local ubicado en la calle Goya número 83 ha sabido ganarse el respeto de los clientes con una elaborada carta y un cuidado servicio. Recientemente, Ópalo fue elegido como uno de las cinco mejores promesas de sala dentro de la guía de los 55 mejores restaurantes de la Comunitat Valenciana que edita anualmente Levante-EMV.

Carlos García y Silvia Mompó, ambos de Vila-real, abrieron el restaurante Ópalo el 20 de junio de 2016, tras haber estado unos años antes al frente de Distinto, un local dedicado a enología también en Orpesa. Comenzaron a ofrecer menús diarios, pero decidieron cambiar y comenzar a trabajar solo con la carta. Esta decisión marcó el rumbo del proyecto.

«Empezamos a ver que los gueridones, las mesas auxiliares, nos funcionaba bien. Desde ese momento comenzamos a dar un servicio cada vez más personalizado. Muchos de los productos de la carta se terminan o, incluso, se preparar delante del cliente», explica Carlos. Preparan en sala el steak tartar, las aves, la mayoría de pescados, los carabineros en papillote o el crepe suzette. También ofrecen un carro de quesos.

«Tenemos una cocina tradicional enfocada a platos internacionales. Tenemos cocina mediterránea, pero la gran mayoría de los segundos son platos de fuera», indica Carlos, que pone como ejemplo el steak tartar o el solomillo Wellington. No obstante, Ópalo no deja de lado la cocina mediterránea y ofrece también lubina o distintos arroces. Cuentan además con cien referencias de vino, de las que un 60% son internacionales.

Precisamente, la enología fue lo que les acercó a la gastronomía. Carlos se había dedicado siempre a la pintura de brocha gorda, pero a los 18 años probó un vino Matarromera del 98 que le hizo adentrase en el mundo de los vinos. Trabajó durante un tiempo en una bodega y después abrió Distinto. En 2016 se lanzó a abrir Ópalo con una formación eminentemente autodidacta. «La gente que no hemos estudiado tenemos unas limitaciones, pero si te gusta no paras nunca de formarte de manera autodidacta», dijo Carlos García.

La filosofía de Ópalo se basa en comprar un buen producto, darle un buen tratamiento y ofrecer un buen servicio en sala. "Buscamos darle cariño a los clientes, que es lo que se echa en falta en muchos restaurantes. La gente va a un restaurante por la comida, pero vuelve por el servicio.

Esta es una realidad universal», asegura el responsable de Ópalo. «Hay cosas básicas como la entrada y la salida del cliente en el restaurante. Aquí siempre recibimos a los clientes a la puerta y no dejamos de atenderles hasta que salen. Son cosas que no hace falta estudiarla».

Todo ello le ha valido para entrar entre las cinco promesas de sala de la guía gastronómica del Levante-EMV, en la que se recogen los 55 mejores restaurantes valencianos. «Nos ha dado un empujón importante. Está viendo más gente de fuera al restaurante», concluye.