El Castellón jugará el día de Reyes, en el Mini Estadi contra el filial del Barcelona, el último partido de la primera vuelta. Lo hará como suele con un equipo en construcción, en transición de lo que recogió Óscar Cano a su llegada, y de lo que quiere que el equipo sea tras el mercado invernal, de inminente arrancada.

Los movimientos en el banquillo (de Sergi Escobar a Óscar Cano pasando por David Gutiérrez), el rendimiento irregular (con el fiasco de varios futbolistas llamados en verano a marcar diferencias) y los cambios de estilo de juego han marcado la primera vuelta del Castellón, a día de hoy en puestos de descenso, a tres puntos de la permanencia. La balsámica victoria sobre el Conquense, la que cerró el año, no ha cambiado los planes de cambio en la formación de la plantilla.

Al mercado

El Castellón acudirá al mercado para moldear una plantilla acorde a los postulados futbolísticos de Óscar Cano. La dirección deportiva trabaja con esos parámetros. En el marco del 4-3-3, busca un '8', un interior que se quede la pelota, conecte líneas y haga mejores a los demás. Ahí también necesita otro perfil de extremos, que abandonen la banda y sepan asociarse, igual que un mediapunta que potencie en campo contrario el fútbol combinativo. Hicham y José Carlos, que ayer no entrenaron con permiso del club, pueden ser de los damnificados. Dependiendo de las oportunidades que se consumen en el mercado, podrían caer igualmente futbolistas como Theo, Acevedo e incluso Kilian.

Buscando versatilidad, el club trabaja también para encontrar futbolistas que se adapten al otro sistema que Cano medita utilizar en el Castellón, el que empleó en su debut de Peralada, con tres centrales y dos carrileros. Para ocupar esas bandas se buscan 'pulmones'. Por ahí ya han caído las bajas de Yarik y Luismi Ruiz.