La alcaldesa de Benicàssim, Susana Marqués, anunció ayer que el presupuesto municipal del municipio se prorroga y comienza a desarrollarse la gestión municipal para el nuevo año.

«Nuestra ciudad no puede pasar ni un día más sin que el ayuntamiento se ponga manos a la obra para desarrollar los proyectos que Benicàssim necesita», apuntó la primera edil, quien lamentó que los grupos políticos de la oposición «no buscan un consenso de las cifras del municipio, por lo tanto, no vamos a perder más tiempo y nos ponemos a trabajar para los ciudadanos, que es lo que se nos ha encomendado».

De esta manera, el equipo de gobierno inicia ya la andadura de 2019 con unas cuentas prorrogadas pero con «muchas novedades» para los vecinos. Como explicó la alcaldesa, se va a producir una rebaja del IBI para las familias, con un ahorro para los ciudadanos de 530.000 euros en el pago de este impuesto, «ya que hemos conseguido la aplicación de un coeficiente reductor del 0,97 por ciento y esto va a revertir en que las familias no solo van a pagar menos IBI, sino que, además, se les va a aplicar esta reducción también en el IRPF, por lo tanto la ventaja es doble para la ciudadanía».

Además, la alcaldesa resaltó la «excelente» situación económica de la hacienda municipal. «En 2018 hemos conseguido reducir la deuda de 17 millones que heredamos del tripartito y, por eso, hemos conseguido reducir el gasto financiero del presupuesto en medio millón de euros que podrán ser destinados a otros proyectos y gastos ciudadanos».

Marqués resaltó que en este nuevo presupuesto quieren impulsar los proyectos de los presupuestos participativos y de las reuniones vecinales que han ido manteniendo y se incorpora también el ajuste necesario para incorporar el ajuste salarial para los funcionarios municipales, según prevé la legislación. También en los contratos municipales se añaden el ajuste del incremento del IPC y, además, los aumentos necesarios en los servicios de tratamiento de antimosquitos y recogida de poda y voluminosos.