Sin Asenjo, la historia hubiera sido muy diferente. El portero del Villarreal, después de haber superado mil y una batallas, después de haber sido dado por muerta tantas veces por sus problemas de rodilla, volvió a ser ayer el más destacado de un equipo incapaz de encontrar su punto de inflexión. El palentino, con algunas intervenciones soberbias en el segundo tiempo, rescató un punto en Ipurua ante un Eibar al que sólo le faltó el gol para completar un gran partido.

El plan parece claro. La cuestión es sumar y sumar, ya se pensará en otro momento en cómo se juega. Así lo hizo ayer un Villarreal que esperó su momento, pero no pudo aprovecharlo. Ni Gerard Moreno, ni Bacca, ni Cazorla dieron ese zarpazo para un equipo que, con la apuesta por un doble pivote con Fuego y Cáseres, muestra a las claras sus intenciones. De momento, con 17 puntos a un partido para que acabe la primera vuelta, el submarino sale del descenso, pero si hoy gana el Athletic regresará al pozo.

La primera mitad se escapó en una continua espera para el Villarreal. Con las novedades en defensa de Funes Mori y Pedraza, que se encargaron de sustituir a los sancionados Álvaro González y Jaume Costa, la entrada de Mario, que retornaba tras su castigo, por Layún completó los cambios en el once. Con apenas tiempo para trabajar, sólo 60 horas después del empate ante el Madrid, los amarillos optaron por regalar el dominio del esférico a los armeros y buscar la ocasión de dar un zarpazo inesperado.

Más allá del tempranero disparo de Fornals, que detuvo Riesgo, el submarino se encastilló en su campo, obligado a poner la pierna fuerte para conjurar los intentos ofensivos locales. Guiados por el descaro de Cucurella en la izquierda y la intensidad voraz de Orellana en la derecha, la primera media hora encontró al Eibar rondando con peligro el área de Sergio Asenjo.

Ofreció destellos de fútbol de salón el Eibar que, en el minuto 7, completó una hermosa combinación con un disparo de Orellana en la zona derecha del área. Asenjo tuvo que mandar el esférico a saque de esquina.Once más tarde, el centro llegó desde la izquierda. José Ángel colgó un balón que remató Enrich por encima del travesaño, ante la oposición de Víctor Ruiz. E incluso se pidió penalti antes de la media hora, por unas manos de Mario tras un centro de Cucurella.

Pero bajó la marea. El Villarreal dio un paso adelante en el tramo final del primer acto que no le sirvió para generar peligro, pero sí que domó a su rival y permitió tomar aire antes del descanso.

El partido calcó, en la segunda mitad, el plan desarrollado en la primera. Arrancó el duelo con una ocasión para el Villarreal, que no pudo concretar Gerard, pero, espoleado por esta acción, el Eibar reaccionó haciéndose de nuevo con el control del esférico.

Los pupilos de Mendilibar acumularon ocasiones, pero se toparon con un inmenso Asenjo. Fue el palentino el que evitó en el tanto a un duro disparo de Charles en el minuto 52. Y cuatro después, fue otra vez Asenjo el que rechazó lanzamiento lejano de Jordan. Cucurella, atento al rechace, prolongó una jugada con un pase al área pequeña, pero Charles no acertó en su remate. La exhibición de Asenjo se completó sobre el minuto 60. En esta caso, un centro de José Ángel lo enganchó con la testa Ramis, pero la mano del guardameta le dejó sin premio.

En el lado contrario, el Villarreal seguía en modo de subsistencia. Posicionado atrás, a la espera de una oportunidad que no llegaban, salía airoso por el oficio de Asenjo. Además, en el minuto 64, Riesgo desbarataba esa ocasión que llevaba todo el partido buscando el Villarreal. Una contra guiada por Gerard, encontró a Cazorla sólo en la banda izquierda, encarando al portero eibarrés. Pero, cuando ensayaba el recorte, Riesgo le rebañó el balón al asturiano y le hurtó el disparo.

Pasados los primeros 20 minutos, entró el duelo de nuevo en depresión. La apuesta por Trigueros y Toko Ekambi no despertó al Villarreal, mientras que el Eibar acumulaba un dominio estéril. Trece saques de esquina ensayó el equipo local, pero ninguno de ellos sirvió para abrir el marcador.

El cansancio y las prisas abrieron el partido en su cuarto final, pero el Villarreal demostró de nuevo su incapacidad para imponerse. En el 88, con Bacca como hombre referencia por Gerard, una transición rápida dejó al colombiano sin marca en el área. Disparó escorado desde la derecha, pero Riesgo estuvo atento para atajar el balón.

En ese correcalles final, el Eibar desperdició un par de ocasiones más. Primero fue Kike García, en el minuto 83, cuando intentó superar por arriba a un Asenjo a media salida. Pero el palentino sumó una nueva buena intervención. Y ya al filo del minuto 90, Orellana robó a Pedraza y se metió en el área como Pedro por su casa. Cedió atrás para que Escalante anotara, pero Funes Mori, bajo palos, despejó el balón. El argentino, justo un minuto antes, había sido el que había perdonado un tanto que se antojaba definitivo.

Pero el partido murió sin tantos. El Villarreal se queda a mitad camino, capaz de sumar fuera de casa, pero sin dar la impresión de encontrar el punto de inflexión que permita arrancar una dinámica positiva.