El Castellón sumó un empate en su visita al campo del Barcelona B. El filial azulgrana es quinto en la tabla a nueve puntos del líder, el filial del Villarreal. El técnico del Castellón valoró el 1-1 que logró su equipo y se deshizo en elogios ante las promesas del Barcelona. «Es un equipo diferencial en la categoría, con la mayoría de jugadores que pronto estarán en la élite, tiene que ser campeón», dijo. Por eso Óscar Cano dio el punto por bueno y aseguró que «no puedo poner un pero a ninguno de mis jugadores. Pueden estar más o menos acertados pero no ha faltado esa predisposición a hacer lo único que se podía hacer hoy (por ayer)». A saber, «tratar de defender lo mejor posible».

Cano explicó su visión del partido. «Era muy difícil tener la pelota. Tratamos de defender bien crecer a través de contras, o de quedarnos el balón el campo contrario, pero ha costado mucho porque fallamos muchos pases fáciles». «Riqui Puig nos creó muchos problemas al caer en banda, pero tras el descanso lo corregimos y ellos mantuvieron la posesión pero hicieron menos peligro. Han tenido dos y nosotros otras dos, sobre todo la de Cubillas, pero ganar tampoco hubiera sido justo», apuntó Cano, que fue expulsado en el tiempo de descuento, según el acta arbitral por «dirigirse gritando al árbitro asistente saliendo del banquillo en los siguientes términos: ¡Qué vergüenza la que estáis liando!».

El empate del Castellón en el Mini empareja a los albinegros con el Peralada o el Ebro, rivales directos por la permanencia que también empataron en el campo del filial del Barcelona. Otro implicado en la zona baja, el Ejea, consiguió ganar. Una historia «diferente, por el rival y la superficie» será la próxima salida: el domingo a las 12.00 horas contra el Atlético Baleares.