El CD Castellón ha llegado a mitad del trayecto en números rojos. El cuadro de la capital de la Plana ha acabado la primera vuelta estancado en una zona no esperada ni imaginada aunque con el paso de los partidos, y sin ser capaz de ganar, lo normal es estar donde se está. Es un equipo con poco fútbol (hasta el momento), con muchos empates, con más derrotas (seis) que victorias (dos), con ridículas cifras anotadoras (quince goles a favor) y eso sí: buenos números a nivel defensivo porque solo se han encajado diecinueve goles. Pero, sin duda alguna, los mejores registros hasta el momento de este equipo están en la grada. Ahí la escuadra de la capital de la Plana es la número uno, no solo del grupo III sino de entre los ochenta equipos de la categoría.

Son 92.000 aficionados congregados en el Estadio Castalia para presenciar los nueve encuentros disputados como local, para una media de 10.222 espectadores por partido. Por encima de sus más inmediatos perseguidores que son el Real Murcia (8.917), Real Racing (8.591) o el Recreativo de Huelva (7.50). Una Segunda B que cierra la primera vuelta habiendo reunido en los campos a 1.331.261 aficionados, con una baja media de 1.751 por partido disputado.

En el CD Castellón se atisba un rayo de esperanza ahora a partir de enero con la llegada del entrenador como es Óscar Cano y, además, con la llegada de refuerzos para darle más empaque al equipo y para subsanar los errores de planificación el verano pasado. El conjunto castellonense lleva utilizados a tres técnicos y a veintitrés futbolistas (tres de ellos del filial). Y en este último apartado, ya se han incorporado tres nuevos futbolistas a la plantilla, de los cuales el pasado domingo ya debutó el delantero gijonés Jairo Cárcaba, procedente del Conquense.

Estando penúltimo en la tabla, a tres puntos del play-off por la permanencia, a cuatro de la salvación, a quince del cuarto clasificado y a veintiún puntos del líder, la cuestión es centrarse primero en alcanzar al decimoquinto puesto que permite evitar el descenso a Tercera División y, a partir de ahí, ver hasta dónde es capaz de llegar este CD Castellón de la mano de su nuevo entrenador, de los futbolistas y de su afición, que es la que nunca falla esté el equipo donde esté.