El acceso de la ultraderecha a la Diputación de Castelló se da por hecho en las filas de Vox tras las próximas elecciones municipales del 26 de mayo. La formación necesitará poco menos de 9.000 votos, sumados por sus candidaturas en Benicàssim, Castelló, Vila-real y Almassora. Un objetivo plausible dadas las expectativas de voto y el 'precio' del escaño por el partido judicial de Castelló.

Así, Vox ha confirmado esta semana que en la actualidad estudia la posibilidad de presentar candidaturas a las elecciones municipales en Castelló, Benicàssim, Almassora, Vila-real, Borriana, la Vall d'Uixó, Vinaròs y Benicarló, según apunta la presidenta local de Castelló, Llanos Massó, que no descarta la formación de candidaturas también en Orpesa o Nules.

«Esta semana hemos estado trabajando con los coordinadores locales para construir una base sólida en estos municipios», indicó Massó. La presidenta de en Castelló apuntó, no obstante, que «no nos vale crecer a cualquier precio», en referencia a posibles 'arribistas' que se acerquen a la formación dadas las buenas expectativas electorales. Un aspecto que condicionó en su día también a Podemos y a Ciudadanos.

La distribución de diputados para la Diputación de Castelló, un total de 27, se realiza a través de la suma de los resultados municipales en diferentes partidos judiciales de la provincia de Castelló. Un conglomerado de municipios que suman votos, que no sigue el mismo criterio que las comarcas y que tiene particularidades estudiadas al milímetro por los partidos políticos. Así, se distribuyen diputados en función de los resultados municipales en los partidos de Castelló (13), Nules (5), Vinaròs (3) y Albocàsser, Morella, Sant Mateu, Viver, Llucena y Segorbe con uno cada uno.

En este caso, el partido judicial de Castelló viene determinado por los grandes núcleos de población de la capital, Vila-real y Almassora, que suman casi 250.000 habitantes. Es por ello que un buen resultado en la capital puede traducirse en un diputado para una formación que no se presenta en otros municipios, como fue el caso en 2015 de Castelló en Moviment, que obtuvo un diputado solo con los votos de la capital, ya que las confluencias de otros municipios en los que participaba alguna formación como Podemos no se contabilizaron como de una misma candidatura. Por ejemplo, Castelló en Moviment obtuvo un diputado con 10.443 votos en la capital de la Plana.

Con los datos de 2015, Vox hubiera necesitado llegar a los 9.000 votos para obtener el diputado que finalmente fue a parar a Ciudadanos con 8.832 votos.

Estos datos escapan a las cifras obtenidas por la formación de ultraderecha tanto en las pasadas elecciones municipales como en las elecciones autonómicas y en las dos ediciones de las elecciones generales. Paradójicamente, obtuvieron en las locales sus mejores resultados con las dos candidaturas con las que concurrieron en 2015: Castelló y Cabanes, en las que obtuvieron respectivamente 664 y 5 votos.

Los votos provinciales a partidos de ultraderecha se ciñeron en 2015 a poco más de 3.000 votos, distribuidos entre Vox, España 2000, Democracia Nacional y la Falange Española y de las JONS.

El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) relativos a la intención de voto y publicados en el mes de diciembre otorgaban a Vox un 2% de votos a nivel autonómico, unas cifras que no le permitirían entrar en Les Corts debido a la restricción del 5 % pero que doblan las expectativas respecto al anterior estudio, que asignaba un 1 % de voto a la formación de ultraderecha.