El Castellón, que todavía no ha ganado a domicilio, afrontaba en el inicio de año dos salidas consecutivas. «Teníamos un calendario muy difícil», explicó Cano, «empatar con el Barcelona B nos dio confianza para venir aquí». Los empates no sacan al Castellón de abajo pero sí alimentan la autoestima de un equipo que, ahora en Castalia, debe ganar para escalar en la tabla. «Cambiaría la mitad de los empates (van 12 en 20 jornadas) por tres victorias», apuntó, «pero lo importante es sumar. Noto una alegría que me hace ser optimista para la segunda vuelta». Cano afirmó que el Castellón «no tiene plantilla para estar tan abajo». En el mercado invernal han llegado cuatro fichajes, y el viernes el entrenador dijo que faltaban dos o tres más «mínimo». Ayer debutaron dos. «Rubén le da el tiempo correcto a todo, nos va a dar mucho criterio, es capaz de ordenar una jugada y desordenarla después», afirmó. «Óscar también nos tiene que ir dando ese desequilibrio», añadió. El preparador andaluz se mostró satisfecho del rendimiento general del equipo. «Creo que nuestro inicio les han sorprendido. Hemos tratado de no jugar a lo suyo, sino hacer otra cosa. Prolongar las posesiones y ser profundos por la derecha con Muguruza. El primer tiempo fue igualado y el segundo nos echamos demasiado atrás, pero salvo la de Fullana no hubo ocasiones claras. El empate es justo», dijo.