La comunidad educativa de la escuela Jaume I de Castelló (AMPA y claustro), junto con la asociación de vecinos del Maset Blau, exigen al ayuntamiento el acondicionamiento del entorno de la escuela y la cesión del solar adyacente en la escuela Jaume I. La escuela Jaume I se encuentra situada en el Camí Vell d l'Alcora. En la fachada principal hay un solar utilizado como aparcamiento de los usuarios de la estación aunque, según denuncian, este descampado no está condicionado para tal uso.

El lado sur del edificio es colindante con el Camí Vell d l'Alcora, calle muy estrecha con un gran flujo de tráfico, que dispone de una sola acera adyacente a la escuela, y al otro lado no tiene. En el lado oeste de la escuela se encuentra la calle Castellfort, entre la escuela y otro solar abandonado, que también es utilizado como aparcamiento.

Y en la parte del edificio de infantil, colindante con la pared del mismo edificio y en la misma isla, se encuentra otro descampado abandonado, y en la parte de primaria un muro separa la escuela de la relevadores de Facsa.

Tal como explican desde la asociación, «todos estos descampados que rodean la escuela son un cúmulo de basura, suciedad y nidos de ratas, donde han aparecido jeringuillas, cristales, y otros materiales peligrosos. A menudo se producen robos en los vehículos. Y cuando llueve se inunda y los charcos de agua tardan semanas en desaparecer. Nos encontramos en un entorno marginal y degradado».

Desde la escuela Jaume I, afirman que es un entorno «hostil», con «pocas garantías para un crecimiento de calidad de las niñas y niños», y denuncian que los niños del barrio no disponen de ninguna zona verde cercana al centro escolar. Inciden también en la importancia de tener los entornos bien cuidados, con presencia de naturaleza frente a una ciudad de cemento, ya que los espacios «son un agente educativo más».

Teniendo en cuenta las condiciones de espacio de la escuela, (el patio solo consta de una pista de cemento reglamentaria) esta necesidad de limpiar el entorno y ampliar el patio toma más fuerza todavía, según explican.

Aunque las reformas del patio (realizadas este curso a través de la Concejalía de Educación del ayuntamiento) han mejorado considerablemente las condiciones del patio, «no son suficientes, ya que la escuela necesita más espacio para atender a los casi 450 alumnos que acoge cada día».

En un estudio realizado por varias familias constata que la escuela Jaume I (de dos líneas) es una de las que tiene el patio más pequeño de Castelló. La comunidad educativa y vecinal dice que no poder entender cómo el ayuntamiento «no ha intervenido ni ha dado respuesta a las múltiples peticiones de cesión de solares adyacentes a la escuela que han estado realizando a través de las juntas y consejos de distrito durante los años del anterior gobierno y del actual».

«Entendemos que la aprobación del PGOU puede dificultar las gestiones, pero son muchas las promociones escolares que terminan la escolaridad sin haber tenido un entorno digno para el desarrollo de los niños, que cubra sus necesidades y que tenga unas buenas condiciones ambientales. Si no son atendidas las peticiones y demandas del vecindario y la comunidad educativa, ¿qué opciones nos quedan?», lamentan.