La concentración de la riqueza cada vez es mayor entre quienes son ricos. El resto, que son la mayoría de las personas, es cada vez más pobres. Por eso es momento de proponer alternativas. Para ello, hay que saber percibir qué es el dinero y cómo se usa. «La sociedad está construida para que se intercambien cosas a través del dinero, es el sistema que tenemos establecido y por ello le damos tanta importancia», razona Victoria Fernández, psicóloga especializada en asesoramiento profesional y terapia psicológica con adultos.

La sociedad da mucha importancia a la economía y cuando escasea muchos tienen sensación de frustración o genera la paralización de muchos proyectos. «Más que darle importancia al dinero, la gente le da importancia a la felicidad. El problema viene cuando se entiende que adquirir bienes o experiencias, como, por ejemplo, viajar da la felicidad», explica Júlia Gómez, coach profesional y Facilitadora del Potencial Humano, dedicada a la transformación de las personas y las organizaciones.

Mucha gente se plantea si el dinero condiciona las relaciones que tienen unas personas con otras. De hecho, la revista Psychological Science publicó una investigación realizada por el departamento de psicología de la Universidad de Nueva York, que reveló que las personas con menos dinero son más empáticas y tienden a criticar y estereotipar a los ricos porque sienten envidia. Por el contrario, también se demostró que, por naturaleza, la gente que tiene más dinero actúa con más agresividad y demuestra así su supuesta superioridad.

Existe una creencia según la cual se piensa que después de alcanzar la riqueza, vendrá el éxito, pero la felicidad y el amor no se pueden comprar. Aun así, un estudio realizado por La Oficina Nacional de Estadísticas del Reino Unido (ONE) reafirma que el dinero da la felicidad y el bienestar. La psicóloga Victoria Fernández apunta que "para la gente el dinero es símbolo de seguridad". Un estudio realizado por La Oficina Nacional de Estadísticas del Reino Unido (ONE) también reafirma que el dinero da la felicidad y el bienestar.

«El papel que juega el dinero en la sociedad es el de generar un flujo económico. El dinero supone la posibilidad de elegir, permite a una mayor diversidad de opciones en todos los aspectos de la vida, desde servicios hasta sitios donde esta», argumenta Fernández.

La pirámide de Maslow, teoría creada por Abraham Maslow en 1943, es la jerarquía de las necesidades humanas. Esta propone que conforme se van adquiriendo una serie de necesidades, los humanos necesitan deseos más elevados. «Trabajo con menores de edad y la mayoría han llegado en patera, camiones o cruzando la valla. Ellos ahora son felices, pero necesitaban ciertas cosas y por eso han venido aquí. Quiero decir que si una persona no puede cubrir las necesidades básicas, no puede ser feliz», relata Júlia Gómez.

Así pues, en primer lugar se deben situar los bienes que ayudan a sobrevivir. Seguidamente, se obtienen las necesidades de seguridad y protección, como el hogar. Más tarde, aparecen las necesidades sociales y estas apenas tienen un coste económico. Por último, se aspira al reconocimiento y autorrealización, es decir, si una persona se siente libre y se valora, no hace falta llegar a adquirir riqueza, ya que esa es la mayor que se puede tener.

Una vez llegados a este punto, puedes observar que la mayoría de cosas mencionadas si se poseen, pero al adquirirlas de forma natural no se les da importancia. «La necesidad de sentirnos poderosos, viene del ego. Queremos tener más para distinguirnos de los demás y pensamos que la clave está en el dinero. Pero, lo que las personas no saben es que cuando te encuentras con el ego, dejas de estar en tu propio ser», concluye Gómez.