La creación de la plataforma «Indignats amb Renfe» por»por parte de la alumna de la Universitat Jaume I (UJI) de Castelló, Paula López, ha provocado las primeras reacciones. Una de ellas ha sido del propio rectorado desde donde aseguran mostrarse sensibles con el asunto y defienden un servicio de transporte público y sostenible. Según manifestó ayer la rectora Eva Alcón, «la Universitat Jaume I apuesta por un sistema de transporte público, de calidad y sostenible». Además, Alcón explicó que los trenes de cercanías de Renfe «son un medio de transporte muy importante dentro del sistema de comunicaciones con el campus de nuestra comunidad universitaria y, por ese motivo, desde la UJI siempre lo hemos reivindicativo como muy necesario». La rectora apostilló que «también entendemos el malestar que las posibles incidencias en las cercanías puedan ocasionar a los usuarios y en especial a los miembros de la comunidad educativa, y esperamos que en breve se solucionen».

Otra de las reacciones ha surgido del propio estudiantado. La impulsora de la iniciativa confirmó ayer que, de momento, más de una decena de alumnos se han interesado por la manera de hacer llegar el malestar de los estudiantes por los retrasos, y que se formalizará en una instancia que se presentará en el rectorado y el Ayuntamiento de Castelló.

Tal como informó Levante de Castelló el pasado viernes, la estudiante de cuarto del Grau de Traducción e Interpretación de la Universitat Jaume I (UJI) de Castelló, Paula López, ha impulsado la creación de una plataforma con la que denunciar los continuos retrasos y deficiencias de la línea de trenes Cercanías.

Las denuncias se pueden hacer en cualquiera de las plataformas habilitadas para ello: Facebook (Indignats amb Renfe), Twitter (@IndignatsRenfe) e Instagram (Indignatsrenfe). En estas cuentas, los usuarios relatan las incidencias que padecen a diario

Y es que, para quienes utilizan el cercanías para ir a estudiar o trabajar es una auténtica odisea, además de que muchas veces llegan tarde. Por ejemplo, Paula López coge el tren una hora antes y, así, se garantiza no perderse clases. «Cojo el tren en Carcaixent a las 5.55 horas, llego a la estación del Norte a las 6.30 y, a las 6.35 cojo otro tren, el Civis, hasta Castelló de la Plana, donde llego a las 7.40 horas. De esta manera, a las ocho estoy en la universitat», narra la joven.

No obstante, hasta las nueve no tiene clase y, aunque podría iniciar el viaje una hora más tarde, no se arriesga porque casi nunca se cumplen los horarios y llega tarde. «De esta manera, aunque tenga que estar una hora esperando en la universitat a que empiecen las clases, es la única forma para no llegar tarde», dice.

En exámenes

En exámenes, la situación se agudiza ya que, llegar tarde significar perder la convocatoria. Es por ello que, muchos de los alumnos y alumnas, piden a sus compañeros que viven en Castelló poder quedarse en sus casas. «Es una práctica muy habitual. Si no se quedan todo el mes de exámenes, el día de antes sí que lo hacen para no arriesgarse», comenta la portavoz del Consell del Estudiantat, Laura Alcaide.

Cabe señalar que la línea C6 València-Castelló, especialmente el tramo de la provincia de Castelló, ha sido una de las más afectadas por las obras del corredor mediterráneo. Además, la universitaria ha puesto en marcha esta iniciativa después de haber presentado un sinfín de reclamaciones en Renfe sin que se haya mejorado el servicio. «Los que hemos llenado los libros de reclamaciones recibimos una carta a los tres meses disculpándose por las molestias y ya está», dice la joven.