« En Castelló, la igualdad ha venido para quedarse». La frase pertenece a Amparo Marco, alcaldesa de Castelló, y primera mujer en llegar a este cargo. La regidora, junto a otras cuatro colegas igualmente pioneras en escalar hasta cúpulas directivas del ámbito público y privado, como Soledad Ten, Subdelegada del Gobierno en Castelló; Eva Alcón, rectora de la Universidad Jaume I; Lola Guillamón, presidenta de la Cámara de Comercio de Castelló; y Ana Ulloa, directora de la Autoridad Portuaria; protagonizaron ayer un desayuno de trabajo en el Real Casino Antigo de Castelló, bajo el título de «Mujeres con poder».

Las ponentes expusieron primero su trayectoria profesional y las dificultades añadidas que por su condición de mujer encontraron en su camino hasta llegar a los puestos que en la actualidad ocupan. La más tajante en este sentido fue la regidora para quien su condición de mujer «no ha supuesto ningún problema».

Las participantes en el encuentro se pronunciaron más adelante sobre la necesidad o no de las cuotas cupos para garantizar el acceso de mujer a puesto directivos. Marco, Ten y Alcón se expresaron claramente a favor de este sistema, mientras Guillamón y Ulloa, sin llegar a rechazarlo, pusieron más el acento en el apartado de la capacidad y del mérito.

La primera edil de Castelló subrayó que por el hecho de ser mujer no ha tenido ningún problema en su carrera profesional, aunque admitió la importancia de las cuotas en las listas del PSPV a la hora encarar su carrera política. «Pero gané unas primarias [para las municipales de 2015] y se las gané a un hombre», dijo. La rectora resaltó primero que el ámbito universitario en el que ha desarrollado su actividad allanó su camino, pero no obstante hizo hincapié en una serie de obstáculos internos y sobre todo el aspecto de la conciliación de trabajo y familia. «Pero la clave siempre ha sido la independencia, económica e intelectual. Solo con la independencia se llegará a la igualdad»,re remarcó.

La subdelegada del Gobierno subrayó que las mujeres y los hombres no parten desde la misma línea de salida, «por eso, para salir en igualdad de condiciones es necesaria la discriminación positiva».

La presidenta de la Cámara de Comercio de Castelló hizo hincapié en las distintas condiciones sociales que imperaban cuando ella inició su carrera profesional. «Aunque los hombres me ayudaron mucho». Guillamón antepuso la capacidad y mérito a las cuotas: «No me gusta que por el hecho de ser mujer me coloquen en un sitio», sentenció.

Por su parte, Ana Ulloa hizo hincapié en la mentalidad de la sociedad ,proclive a pensar en motivos distintos a los del esfuerzo, capacidad y mérito, cuando una mujer llega a un puesto directivo. «Esto conlleva un sobreesfuerzo por parte de las mujeres», dijo. Ulloa defendió las cuotas, sobre todo «para asegurar la presencia de las mujeres en los procesos de selección».

Las cinco intervinientes coincidieron en que la clave para apuntalar y normalizar la igualdad real es la educación y hacer corresponsable al hombre en la carga familiar para una conciliación laboral eficaz.