La inversión en atención y apoyo a los escolares con Necesidades Educativas Especiales (NEE) derivadas de una discapacidad psíquica o física asciende este curso a 395 millones de euros, «133 millones más que cuando gobernaba el PP», destacó ayer en les Corts el conseller de Educación, Vicent Marzà. Ante la pregunta de la diputada socialista Ana Besalduch sobre qué medidas ha tomado la conselleria para mejorar la inclusión educativa del alumnado con NEE, Marzà aseguro que ahora «hay más recursos específicos que nunca para hacer frente a las necesidades educativas especiales».
El conseller incidió en que el aumento de la inversión «permirte tener más personal de apoyo en los centros ordinarios (orientadores, Pedagogía Terapéutica, Audición y Lenguaje, educadores, fisioterapeutas...), lo que facilita la inclusión de estos escolares.
En este sentido, Marzà detalló que con el Botànic las aulas de Comunicación y Lenguaje (CiL) para facilitar la integración de escolares con Trastornos del Espectro Autista (TEA) han pasado de 61 en el curso 2014-15 a las 93 actuales.
Además, resaltó que el Decreto de Educación Inclusiva que el Consell del Botànic aprobó el año pasado «está marcando el paso, pues el Gobierno lo quiere hacer extensivo a todo el Estado». Un modelo que, según el conseller, «supone un cambio de paradigma al tender hacia la individualización de la educación: Es el sistema el que se debe adaptar al niño o niña y no al revés».
Prueba de ello es que la futura orden que desplegará el decreto prevé que los alumnos con NEE puedan cursar el Bachillerato en hasta cuatro cursos, el doble de lo establecido, y ampliar la duración de los ciclos de FP incluyendo la ampliación de convocatorias de los módulos o asignaturas en el caso de que el estudiante haya agotado las cuatro oportunidades habituales.
