Indefenso pero tranquilo. Así es como se siente Juan José Pérez Macián, portavoz adjunto del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Castelló, que ayer habló sobre las últimas informaciones en torno a su presencia, junto al exalcalde Alfonso Bataller, en unos informes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que forman parte de la investigación, en la Audiencia Nacional, de la trama de corrupción Púnica. «No tengo ninguna citación para comparecer en ningún juzgado ni instancia. Mi vida en estos momentos es tranquila más allá del ruido mediático que se ha creado con una noticia que solo pretende ocultar con una mentira la verdad de las imputaciones de concejales de Compromís y PSPV», señalaba.
El edil popular insistía ayer en que la «fotografía» de la realidad municipal es la alcaldesa, Amparo Marco, acompañada durante estos años, primero por el que fuera vicealcalde por Compromís Enric Nomdedéu; después por su sustituta, Ali Brancal, y hasta hace una semana por su compañero de partido, Antonio Lorenzo. «Los tres están siendo investigados judicialmente por corrupción y la foto que merece explicaciones a la ciudadanía es esa, porque la alcaldesa ha ido perdiendo por el camino a tres primeros espadas», relataba Macián.
Sobre el caso Púnica, aseguró que, hasta que volviese a saltar la noticia la pasada semana, la última noticia que tenía sobre el tema «era la del 10 de junio de 2015, «el día en el que vinieron los agentes de la Guardia Civil para pedir unas facturas; se le entregó toda la documentación que reclamaron del ayuntamiento y por la tarde, la de la sede del PP, y con todo se fueron... y hasta hoy. Nunca más he sido citado por ninguna fuerza policial ni por un juzgado en relación a estos hechos y, que yo sepa, Bataller tampoco».
El edil popular, que asegura desconocer si hay un nuevo informe de la UCO que se haya entregado al juez el pasado mes de enero, cree que todo ha vuelto a salir a la luz «porque quizás Pérez Macián sea el adversario a batir, no resulta cómodo ni simpático un concejal que desde la oposición ha hecho, creo, un excelente trabajo destapando las corruptelas de otros».
Octubre de 2014
A su juicio, si desde que se iniciaron estas diligencias [se detuvo al empresario vinculado a Púnica, Alejandro de Pedro, en octubre de 2014] «no he recibido ninguna citación, mi tranquilidad es absoluta». «Que haya ahora un informe de la UCO haciendo una valoración final sobre esto? Ya puedo asegurar que no hay conversaciones mías con contenido sobre este tema con este señor». En este sentido, señala que las que hubo, creo que unas tres, «fueron a instancias suyas, yo no le llamé a él, y las tres para lo mismo, para quedar o pedirme un correo, pero sin mayor contenido». En este sentido, insistió ayer en rememorar que es esas tres ocasiones «quedó todo muy claro sobre los servicios que ofrecía, y yo con rotundidad le dejé claro qué eran servicios institucionales -y por tanto debían tratarse por la persona correspondiente- y qué otros servicios tenían que ver con Alfonso Bataller como persona y político, y en este caso, evidentemente, derivé la responsabilidad económica al Partido Popular; todo eso quedó explicado con la documentación que hizo suya la Guardia Civil en junio de 2015».
Sobre las facturas que debía pagar el ayuntamiento a la empresa Madiva, de Alejandro de Pedro, volvió a recordar que, «cuando se detuvo a este señor -cuatro días antes del pleno ordinario de octubre de 2014- el alcalde ordenó, mediante nota de régimen interior, el bloqueo absoluto de cualquier compromiso que existiera con esta empresa o con esta persona. Ya había llegado una factura de septiembre, cuyo pago se paralizó», lo mismo que pasó con la que llegó un mes después.
Los mismo pasó, según Pérez Macián, con la factura de un servicio contratado para mejorar «el posicionamiento y la reputación de Alfonso Bataller», un proyecto que solo contó con un borrador ya que no se llegó a ejecutar, por lo que la factura, que en este caso debía costear el Partido Popular, tampoco se saldó, según explicó ayer el edil del PP. Al respecto, y aquí puede estar la clave de si pudo haber alguna presunta corrupción, Pérez Macián aseveró ayer que «esta factura jamás llegó al ayuntamiento. Yo mismo se lo dije en junio de 2015 a los agentes, que me dijeron si podía llevarla a la comandancia, y yo entregué la carta dentro del sobre que había llegado a la sede del PP, carta sin pagar porque Bataller, como presidente local, también dio orden pararla».
Con todo, sobre la decisión de la alcaldesa, Amparo Marco, de ordenar el pasado viernes la revisión de todas las facturas de 2005 a 2015, en época de Alberto Fabra y Alfonso Bataller como alcaldes, el edil del PP no duda en acusarle de actuación «perversa» y de «pésima utilización de los funcionarios». A su juicio, «la alcaldesa solo va a encontrar lo que ya tiene, que es la documentación que ya aportamos en el pleno de octubre de 2014».
Juan José Pérez Macián incidía ayer en su sensación de «indefensión». «No puedo pedir que me desimputen porque no estoy imputado, no lo he estado nunca ni lo estoy hoy; no he recibido ninguna citación judicial por estos hechos y la situación es más que nada de agotamiento». Añadía pese a todo que «no estoy preocupado judicialmente porque la realidad de lo que acabo de contar es la que hay, y en este caso estoy completamente seguro de que, si no se me ha imputado desde 2014, es porque autoridad judicial ve claro que no hay nada por lo que imputarme, y en esa situación estamos». Considera por todo que «sería absurdo dimitir», ve ilógico aplicarle el Código de Buen Gobierno cuando no está ni imputado y no quiere hacer hipótesis sobre el futuro. «Mi situación no es como la Lorenzo, Brancal o Nomdedéu. Ellos si que están investigados por corrupción», concluye.
