El Ayuntamiento de Canet lo Roig ha pactado con el Obispado de Tortosa la cesión del calvario para su restauración con fondos públicos, según ha anunciado el consistorio de la localidad.

La alcaldesa de este municipio del interior del Baix Maestrat, María Angeles Pallarés, y el párroco José Mª Valle, en representación de la Diócesis de Tortosa, han firmado el convenio por el que el estamento eclesiástico cede el uso de la ermita del Calvario a Ayuntamiento. Con la rubrica culmina una larga negociación para conseguir que el monumento, incluido en la lista roja del Patrimonio, pueda ser restaurado.

Pallarés explicó que «la Diócesis de Tortosa nos ha cedido el calvario por espacio de 50 años para uso cultural y actualmente está en ruinas; de hecho, hace tiempo que se producen desprendimientos, el último la semana pasada».

La primera edil de Canet lo Roig apuntó que «la ermita precisa una reforma integral y, hasta ahora, al no ser de titularidad municipal, el Ayuntamiento no podía emprender acción alguna; con la cesión ya tenemos carta blanca para empezar a trabajar en la línea de solicitar ayudas y subvenciones a las diferentes administraciones y estamentos para llevar a cabo las tan necesarias obras de restauración».

La regidora también dijo a que presentarán la documentación pertinente para acceder a fondos Feder que financia la Unión europea.

La primera edil explicó que la intención del consistorio, «es recuperar la ermita, declarada Bien de Relevancia Local con la categoría de Monumento de Interés Local, y contar con un nuevo espacio cultural, pero somos conscientes de que es un proyecto a largo plazo porque hay mucho trabajo por hacer».

Situada sobre un montículo a la entrada la localidad, la ermita es un ejemplo de la arquitectura ilustrada barroca valenciana del siglo XVIII. Desde hace años, y por motivos de seguridad, está cerrada al público.

Parte de la cúpula y de un muro de la edificación se han hundido y en el exterior de la cúpula hay una grieta de grandes dimensiones. Además del evidente y progresivo deterioro que presenta, con continuos desprendimientos interiores y exteriores, la ermita también ha sido objeto de vandalismo y en sus muros aparecen pintadas.