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Éxito de público en la ruta sobre los 'crímenes de novela' en el cementerio

La investigadora Queta Ródenas explicó parte de la historia negra de Castelló ante más de 100 personas

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Ruta de crímenes de Castelló

Más de cien personas se sumaron ayer al recorrido organizado en el cementerio de Castelló, dentro del festival Castelló Negre, para conocer, de la mano de la investigadora Queta Ródenas, detalles y curiosidades de algunos de los crímenes que han marcado la historia de la capital de la Plana. El éxito de participación fue tal que la organización, tras las dos horas de visita, ya anunció la intención de realizar una segunda edición en 2020.

Queta Ródenas realizó una ruta por el camposanto para recordar parte de la crónica negra más singular de la provincia, como la de la calle San Félix de Castelló, historia que enlaza dos crímenes de 1936. Junto a él, el crimen del «Gallego», ejecutado a garrote vil por asesinar al hijo del alcalde de Zucaina en 1953, o el relato del «Jardín de los horrores», crimen cometido en 1991 y descubierto en 1997. Los visitantes también conocieron temas sorprendentes, como el del «cadáver homicida, así como los entresijos de « misterio de los bustos», «La Peregrina» (la parricida de Llucena en 1888) o la historia de Ángela, quien cansada de soportar malos tratos de manera sistemática desde 1908 hasta 1922 decidió tomar medidas drásticas matando a hachazos a su marido. La ruta concluyó en la zona donde se enterraba a los suicidas por decisión eclesiástica.

Queta Ródenas, experta en la historia del cementerio de San José, también contó aspectos que despertaron la curiosidad de los asistentes, como la moda que hubo en determinadas épocas de realizar fotos post mortem para que los fallecidos apareciesen como «dormidos. También incidió en el lenguaje de los epitafios, que van desde el meramente informativo al opinativo, encomiástico o que busca la interlocución, entre otros.

Un aspecto curioso es el tabú que existía a la hora de utilizar la palabra «muerte», al ponerse en muchos epitafios «descansa, falleció o voló». La «muerte» solo se usaba cuando alguien fallecía en acto de servicio (para poner en valor sus actos), cuando el familiar era muy creyente (porque el que muere va a un lugar mejor) o si había sido víctima de los rojos, aludiendo a que «murió asesinado por las hordas marxistas».

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