«Cada entidad tenemos unos campeones y nuestros campeones son todos los chicos y chicas que están en los cursos de formación y empleo y que están intentando formarse para conseguir una oportunidad laboral». Estas palabras del responsable de comunicación de la Fundación Síndrome de Down de Castelló, Javier Julve, definen muy bien ese mensaje de superación que tan bien ha reflejado la película «Campeones» de Javier Fesser. Porque las personas con discapacidad intelectual son capaces. Capaces de formarse y capaces de desarrollar una actividad laboral.
Actualmente, la fundación acoge cursos de Formación Cualificada Básica y Curso de transición a la vida adulta. Los de formación básica se impulsaron hace más de veinte años y, actualmente, cuenta con ocho usuarios. El Curso de Transición a la Vida Adulta (CTVA) es más reciente, arrancó en 2012, y cuenta con 25 usuarios. Durante este tiempo, se ha ido adaptando la formación a la situación del mercado laboral y, ahora, hay tres perfiles profesionales: auxiliar administrativo, formación en el sector turísticos y auxiliar de apoyo en la infancia y la vejez.
Además, también dan otras asignaturas como habilidades sociales, matemáticas y manejo del euro, formación y orientación laboral, vida independiente, informática, entrenamiento cognitivo y curso de formación en nuevas tecnologías, «Yo me Prep@ro» realizado en colaboración con la Fundación Vodafone España y que permite la realización de prácticas en empresas). La técnica de integración laboral, Paula Rodríguez Clavell , señala que una de las asignaturas más importantes es la formación en vida independiente porque «se trata de dar las herramientas para que sean lo más autónomos e independientes en su día a día, no solo a nivel laboral».
La semana pasada, once de estos alumnos empezaron sus prácticas en empresas. Prácticas que permiten completar la formación, pero también para que las empresas «pierdan el miedo». «Con las prácticas, los empresarios los conocen de primera mano y se abre la posibilidad a los contratos de trabajo», añade Julve. Esta última fase, la del trabajo estable, es la más difícil de alcanzar. «Cada vez es más fácil, nos conocen más, pero sigue habiendo mucho estereotipo, mucho estigma y se sigue viendo como que las personas con Síndrome de Down y con discapacidad intelectual son personas con mucha necesidad de apoyo, que no son capaces de trabajar, como eternos niños, y no es así. Queremos hacer llegar que son personas adultas, y con sus capacidades, como cualquier otra sin discapacidad y que puede despeñar, de manera correcta, el trabajo», añade Julve. Cabe señalar que la Fundación Síndrome de Down de Castelló es la única entidad de la provincia que ofrece el servicio de empleo con apoyo, un servicio totalmente gratuito para las empresas y para el empleado y a través del cual asesoran y orientan a la empresa en la fase previa de la contratación y durante el proceso de integración dentro de la empresa, además de hacer intervención con la familia a través de la figura del preparador laboral.
