El reto de tener aprobado el nuevo Plan General de Castelló antes de que concluya el mandato parece una quimera ante la densa burocracia que supone un documento de tal envergadura, que por el camino se ha ido encontrando también con pequeños obstáculos que aún ralentizan más los trámites. El último, según ha podido saber Levante de Castelló, es el referido al Estudio de Inundabilidad, que ha tenido que ser modificado ante la pegas que ha puesto la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) a una serie de parámetros y cuestiones técnicas a la hora de tratar precisamente algunos de los puntos más sensibles a las inundaciones en la capital de la Plana, como son la Marjaleria y un sector de la zona litoral.
El propio concejal de Ordenación del Territorio, Rafa Simó, ha confirmado, a preguntas de este diario, de la necesidad de rehacer el Estudio de Inundabilidad, documento que, una vez revisado, fue remitido a finales del pasado mes de enero tanto a la CHJ como a la Conselleria de Medio Ambiente para que dictamine si han subsanado ya los defectos iniciales. Al respecto, Simó destaca los numerosos informes sectoriales que acompañan a un documento de la envergadura de un nuevo Plan General, y entre ellos está el citado sobre la inundabilidad del municipio, que debe ser analizado por la conselleria conjuntamente con la confederación. «El problema aquí ha sido que se realizó con la estrategia medioambiental y con cálculos de 2015, pues es de los primeros informes que se encargaron, y a la hora de exponer el Plan General al público, resulta que había que aplicar ya un sistema distinto en unos parámetros meramente técnicos, por lo que nos han reclamado rehacer el estudio y modificarlo».
De hecho, insiste en que ya se ha enviado la nueva versión para recibir el visto bueno, algo que el edil responsable del urbanismo de la ciudad da prácticamente por hecho. «Tenemos hilo directo con la conselleria y la CHJ y sabemos que están encima del tema», recalca Simó. Sobre los efectos de esta modificación del documento en el Plan General que se ha puesto a información pública, Rafa Simó considera que «no tendría por qué suponer cambios en la clasificación de suelo, aunque sí es posible que altere un poco algún Plan de Reforma Interior de suelo urbano en la marjaleria, y mínimamente a un sector de la playa». No obstante, señala que habrá que esperar a la respuesta de la administración.
Al margen de esta obligada modificación, el concejal de Ordenación del Territorio recalca que en las próximas semanas el paso fundamental será la resolución de los alegaciones, porque eso permitirá enviar la versión definitiva del nuevo Plan General para que la Conselleria de Medio Ambiente emita el informe ambiental favorable. «Sería una sorpresa mayúscula que nos lo devolvieran con modificaciones», reconoce el edil.
Alegaciones
Sobre la resolución de las alegaciones presentadas en las diferentes fases de exposición al público, tanto al Plan general Estructural como al Plan de Ordenación Pormenorizada, el concejal reconoce que «cuando hay que llegar a acuerdos entre tres grupos [en referencia a PSPV, Compromís y Castelló en Moviment] siempre cuesta más, pero no hay grandes diferencias en lo que realmente consideramos importante para la ciudad». Asume, en cualquier caso, que esto provoca que todo vaya más lento, además de apuntar que la modificación del Estudio de Inundabilidad ha provocado que «que las cosas se hayan ralentizado un poco».
Pese a todo, Rafa Simó está convencido de que el nuevo Plan General recibirá un impulso definitivo antes de que se celebren las elecciones municipales del 26 de mayo, «porque veo que todos los partidos del Pacte del Grau estamos remando en la misma dirección».
