Castelló en Moviment nació como una confluencia municipalista para concurrir en las elecciones locales de 2015. Fue una agrupación de electores espoleada por movimientos sociales, ex militantes de Esquerra Unida y formaciones como Podem que superó la estructura de siglas partidistas. Así irrumpió con fuerza en el Ayuntamiento de Castelló con cuatro concejales. Para los comicios del 26 de mayo, Podem y CSeM caminan de manera separada. Han intentado conformar una candidatura unitaria pero las diferencias en el formato de primarias de la lista ha impedido el consenso. Se fraguó un principio de acuerdo entre Podem, CSeM y Esquerra Unida, que contemplaba unas primarias conjuntas pero reservando las primeras plazas a los tres partidos. La asamblea de la agrupación municipalista se desmarcó finalmente del mismo y Podem se negó a negociar una alternativa
La militancia de Castelló en Moviment se reunirá el viernes para valorar el nuevo escenario y la alternativa que emprenden. Según el portavoz de CSeM en el consistorio, Xavi del Señor, todas las posibilidades están abiertas y se decidirá la opción que la asamblea considere que es lo más favorable para asegurar una mayoría de izquierdas en la corporación municipal.
Así, añade, se estudiará si es más conveniente concurrir de manera autónoma, con Esquerra Unida o, incluso, no presentarse en el caso de que la militancia considere que presentar una doble oferta de formaciones que compiten por el mismo electorado podría dañar las perspectivas electorales del bloque progresista.
También analizarán si insisten en impulsar un última intentona de negociación con Podem, aunque esta última vía se antoja complicada ya que Podem ha descartado esta posibilidad y ha anunciado su pretensión de presentarse en solitario.
Del Señor reitera que Castelló en Moviment nació como «una herramienta» y no como un fin por lo que actuará, destaca, en «función de los intereses de ciudad y no por las siglas». Por ello, considera que el acuerdo que se había cerrado inicialmente se aleja de ese espíritu por priorizar un pacto de cuotas y de siglas.
Del Señor, por otra parte, «celebra» que Podem quiera ahora gobernar, ya, que según recuerda, en 2015 «no era favorable a gobernar». Del Señor formaba parte entonces del grupo de la asamblea que era favorable a sumarse al ejecutivo del Pacte del Grau. La mayoría de CseM, entre otros Podem, optó por secundar al gobierno pero sin participar en el mismo. Para el 26M, Podem ha cambiado de opinión. Según destaca su secretario general, Fernando Navarro, «dentro del gobierno consideramos que podemos empujar más en asuntos que han costado en esta legislatura como en medio ambiente, vivienda y urbanismo».
El portavoz de CSeM rememora que Podem participó de las primarias conjuntas que se promovieron en 2015 pero que posteriormente prefirieron desligarse. En los últimos meses Podem ha eludido abordar la alianza en el seno de CSeM y ha preferido negociar como partido diferente.
Cabe decir que también se trata de una estrategia que emana de la dirección de Pablo Iglesias que en 2015 apostó por diluir la marca en las municipales en agrupaciones electorales como la de CSeM, pero que para las elecciones de este año ha apostado por concurrir con sus siglas.
Al margen de Podem y CSeM queda esquerra Unida, que protagoniza una escisión interna que hunde sus raíces en disputas personales entre las agrupaciones de Castelló y el Grau.
Desde Podem de hecho no se tiene en cuenta a EU por sus fricciones internas a pesar de que a nivel autonómico han materializado un acuerdo y que ha protagonizado también las negociaciones con CSeM. En 2015 Esquerra Unida se desmarcó de Castelló en Moviment y no alcanzó el 5 % mínimo para conseguir un acta.
