«Paseábamos por la calle Enmedio. Calle Enmedio arriba, calle enmedio abajo. Si te cogías de la mano, cuando llegabas a casa te esperaba una buena. Es el tiempo que nos tocó vivir, pero éramos felices». María Espinosa, de 73 años, describe así el tiempo de noviazgo con su marido, José Montañés, de 76, y que ayer participaron en el acto homenaje a los matrimonios que contrajeron matrimonio en 1969 y que este año cumplen las bodas de oro. Un acto que tuvo lugar en el salón de plenos del Ayuntamiento de Castelló y al que asistieron 47 parejas.
María relata cómo conoció a su marido cuando ella tan solo tenía 13 años. «Un día estaba en casa limpiando y un amigo me lo presentó. Empezó a rondarme, a fastidiarme con la moto,... Antes era así, festejábamos en la calle, jugando», cuenta la castellonense quien resalta las restricciones que se imponían como cogerse de la mano por la calle. Fina Nebot, de 72 años, y Alberto Mas, de 79, fue otra de las parejas participantes en el homenaje de ayer. Se casaron en la basílica del Lledó y recuerdan cómo sus padres les decían que tenían que estar en casa a las nueve y media de la noche. «Íbamos al cine y recuerdo que, a veces, me tenía que salir de la sala para ire a casa, aunque no se hubiera acabado la película», rememora Fina.
Otro de los matrimonios que acudió ayer a la celebración fue el formado por Dolores Jurado, de 72 años, y Pedro de la Cruz de 74. Sus familias, de Estepa (Sevilla) y Úbeda (Jaén), respectivamente, vinieron a Vila-real cuando ellos eran muy pequeños para trabajar. Eran vecinos y empezaron su relación cuando ella tenía 19 años y él 20. «Fue una época muy bonita. Nos gustaba mucho ir al maset, celebrar la Pascua, ir a la ermita, pasear por la calle Cedre,...», cuenta Dolores. Tras cinco años de noviazgo contrajeron matrimonio en la iglesia Evangelista y celebraron la unión en los salones Alaska.
La jornada de celebración de las bodas de oro comenzó con la conferencia «1969. 50 años caminando juntos», a cargo de la psicóloga Sara Rivero, en el Edificio Quatre Cantons. Después, la alcaldesa les recibido en el salón de plenos y, posteriormente, se celebró en el Hotel Intur una comida de convivencia, seguida de un baile para todos los asistentes.
