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Falta de trabajo

La crisis citrícola reduce este año un 20 % la cifra de "collidors" en Castelló

La caída de ventas y precios de las clemenules afecta al empleo en los municipios de la Plana

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Manifestación de citricultores en Nules

«Si cae la naranja caen todos los pueblos de la Plana», lamenta Juan Doñate, presidente de la asociación de pozos de riego de Nules, que advierte que la crisis de esta campaña ha dejado a la mitad de la fruta sin recoger. El sector afronta la última fase de la temporada pero ya ha finalizado la cosecha de la clemenules, que representa el 70 % de la producción. Faltan por cerrar las liquidaciones pero las organizaciones agrarias, los regantes y los sindicatos prevén unos resultados desastrosos. La ruina de los cítricos ha reducido un 20 % la cifra de collidors, según avanzan Comisiones Obreras y Fepac-Asaja.

En la pasada campaña trabajaron cerca de 20.000 trabajadores en la actividad de cítricos de Castelló, de los que 12.000 correspondían a operarios de almacenes y 8.000 a collidors. Esta segunda categoría laboral es la que más se ha visto afectada en la actual campaña por la caída de los precios y las ventas. El presidente de Fepac-Asaja, José Vicente Guinot, afirma que los collidors se han quedado entre 15 días y un mes sin trabajar. Respecto a los almacenes, afirma que la afección ha sido menor, aunque desde CC OO apuntan que la disminución de manipuladores se acerca al 10 %.

Otro indicador que comprueba la situación del campo es el de las comunidades de regantes. El balance final de las mismas se dará a conocer cuando los productores presenten las liquidaciones de esta campaña, pero en la asociación de regantes de Nules apuntan que se han detectado dos meses de demora en el pago de un 20 % de agricultores de este término municipal. En los regantes de la capital de la Plana, su presidente, Pepe Pascual, indica que de momento se han dado de baja cuatro socios (ha entidad ha pasado de contar de 1.808 a 1.802 adscritos).

Las pérdidas en el sector, sin contar jornales, rozan, según la Unió de Llauradors i Ramaderos, los 60 millones de euros. La saturación de los mercados de la Unión Europea por la llegada masiva de importaciones de Sudáfrica y de terceros países ha desplomado la producción provincial y ha situado los precios de venta en Castelló en los 0,15 céntimos de euros, una cifra que se sitúa muy por debajo de los costes.

Un informe de la Conselleria de Agricultura pone de manifiesto que se han quedado sin recoger 190.000 toneladas de clemenules, un 34,6 % del total. Las 190.000 toneladas de clemenules, además, suponen un tercio de la producción valenciana afectada (419.939).

Según el trabajo de la conselleria, la mitad de la cosecha perdida en la Comunitat (208.724 toneladas de las 419.939) se debe a cuestiones del «mercado», mientras el otro 51 % hunde las causas en las lluvias de otoño que propiciaron «un desprendimiento de frutos» y la aparición de hongos.

Las organizaciones agrarias subrayan que las lluvias de la primera parte de la campaña retrasaron la recogida de la clemenules y luego se produjo un solapamiento de variedades, todo ello mientras se han disparado la llegada de las importaciones de países como Sudáfrica, Turquía y Egipto.

La plataforma per la Dignitat del Llaurador convocó el lunes diez protestas a lo largo de la Comunitat Valenciana en la tercera movilización impulsada desde diciembre. Nules acogió cerca de 7.000 personas y Benicarló 600. Los citricultores exigen a la UE que revise el tratado firmado con Sudáfrica y que, mientras tanto, suspenda sus envíos ante el daño que consideran que ocasiona a las producciones europeas.

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