«Mamá, creo que usamos demasiadas bolsas y cuando sea mayor tendremos un planeta muy feo». Así fue como nació la iniciativa Bye Bye Plastic Bags Benicàssim después de que Mar Batanas, de 11 años, se diera cuenta de la problemática que existe con el plástico. Ella, junto a Mar Díaz y Salma Ziani, amigas y compañeras en el CEIP Palmerar de Benicàssim, se han propuesto con solo 11 años acabar con las bolsas de plástico y todo lo que esté hecho con este material y que no sea reutilizable en Benicàssim.
Según explican, las tres son conscientes del daño que provoca este material al medioambiente, ya que una sola bolsa de plástico tarda hasta 150 años en descomponerse. «Nos inspiramos en unas niñas de nuestra edad de Indonesia que fueron las que empezaron este proyecto en su ciudad», explica Mar.
Su primera acción, en la primavera del 2018, contó con el apoyo de sus familias y colegio y consistió en impulsar una recogida de firmas a través de la plataforma Change.org para solicitar la prohibición de las bolsas de plástico en Benicàssim. En apenas unos días, lograron reunir más de 1.000 firmas y las trasladaron al concejal de Medioambiente, Clemente Martín, que se comprometió en una reunión con las niñas a lanzar desde el consistorio una campaña de sensibilización.
Lejos de contentarse con ello y pese a su corta edad, las tres juntas decidieron seguir sumando acciones. La siguiente idea se centró en cambiar su entorno más cercano y al que van cada día: el colegio. «En una excursión nos dimos cuenta de que los pícnics tenían demasiado plástico», cuenta Mar Díaz.
Ahora, tras hablar con la dirección del centro y explicar la idea a las familias, cada alumno lleva su saco de tela y su botella de agua rellenable. La directora del CEIP Palmerar, Nuria Torres, se muestra encantada con el proyecto: «Se nota que los alumnos están mucho más concienciados desde entonces».
Un proyecto que ya ha calado en el día a día del centro. Por ejemplo, durante las celebraciones de Carnaval de estos días los profesores han sustituido las bolsas de basura para elaborar los disfraces por otros materiales más sostenibles como la tela.
La iniciativa, según explican, pretende seguir adelante durante muchos años, ya que «todavía queda mucho por hacer». Y es que el grupo, que empezó con solo tres miembros, cuenta ahora con muchos más apoyos. Compañeros del colegio se han ido uniendo a Bye Bye Plastic Bags Benicàssim, acompañados de sus familias, con el objetivo de seguir sumando fuerzas.
Sus ideas no se limitan al municipio o al colegio, sino que sus propias familias han sido las primeras en transformar sus hábitos. «Ahora, aunque todavía es difícil en esta zona, intento comprar de manera mucho más sostenible», explica Belén, la madre de Mar, cuya familia siempre está atenta en el momento de hacer la compra.
El último hito del grupo ha sido reunir alrededor de 30 personas en una recogida de basura en la playa Heliópolis. Familias del municipio consiguieron recuperar más de 50 kilos de basura y reciclarlos después en los contenedores próximos. «Era la segunda recogida que hacíamos y como en la primera solo participaron 10 personas estábamos asustadas pero fue todo un éxito», destacó Salma, que confiesa que ya están pensando en la próxima.
Entre los proyectos que ya tienen preparados se encuentra un taller para otros niños que organizarán en el festival familiar Formigues Festival que se celebrará en Benicàssim el 11 y 12 de mayo. Además, también han propuesto al AMPA del colegio que colabore entregando cantimploras a los niños que todavía usen botellas de un solo uso.
Tres niñas entusiastas que seguirán luchando por acabar con el plástico en el municipio. Un objetivo que ya se plantean ampliar cuando lo cumplan: «Cuando consigamos el objetivo de acabar con el plástico, que es el más grande, habíamos pensado en ir a por otro material contaminante». Un mundo por cambiar con pequeños gestos que acaban teniendo un gran impacto.
