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Aerocas pagará a Edeis 21,6 millones por seis años de gestión en el aeropuerto

El contrato diseñado por el Consell de Alberto Fabra establecía el abono a la empresa de 24,5 millones de euros en los primeros 9 años y una cláusula de salida cada cuatro años La sociedad pública asumirá la gestión a partir de noviembre

Aerocas aprobó en 2014 la gestión del aeropuerto de Castelló a la firma canadiense de SNC-Lavalin. El anterior del Consell del PP diseñó un contrato muy ventajoso para la adjudicataria. Contemplaba una concesión de 20 años, el pago a la empresa de un canon público de 24,5 millones en las primeras nueve anualidades y de manera decreciente. También incluía una cláusula de salida del operador cada cuatro años. El gestor, ahora en manos de Edeis, abandonará la base en noviembre de este año. El aeropuerto no ha concitado el interés de las aerolíneas que preveía y la empresa dirá adiós con un montante cobrado de 21, 6 millones de euros, un importe que corresponde a 6 años de trabajo.

Aerocas, según fuentes de la sociedad pública, ha pagado a estas alturas 19, 3 millones en virtud del contrato confeccionado por la antigua cúpula de Aerocas. Queda pendiente el pago 2,3 millones de la anualidad de 2019. En enero se aportaron otros 1,8 millones de una cuantía aplazada que se arrastra de 2014. Así, del canon no se utilizarán 2,9 millones de euros de 2020, 2021 y 2022.

El ente público, participado al 99 % por la Generalitat, también deberá destinar otra cantidad extra que se deriva de las horas de más que Edeis ha abierto el aeropuerto respecto al horario fijado en el contrato, una ampliación que se ha llevado a cabo para atender las necesidades de las compañías aéreas que operan. El pago en este concepto podría rondar el millón de euros, según fuentes del sector.

Cabe recordar que el Consell ya liberó a Aerocas del pago de la deuda de 149 millones por las obras de construcción para garantizar la viabilidad de sus cuentas. Aerocas asumirá el aeropuerto y subrogará los empleados que ahora trabajan en Edeis. A partir de ahí negociará con la sociedad estatal de una posible colaboración, tal como ha hecho con el aeropuerto de Corvera en Murcia. Este último fue impulsado por su gobierno autonómico y Aena consiguió su adjudicación.

El presidente del Consell, Ximo Puig, mantuvo recientemente una reunión con el presidente de Aena, quien le trasladó su intención de « estudiar fórmulas de participación en el aeropuerto»

Aerocas analizará en noviembre también la convocatoria de un concurso público para ceder su gestión a otro operador. Es en ese momento cuando se espera la posible entrada de Aena. En las contestaciones parlamentarias que ha ofrecido en los últimos meses, la red estatal ha indicado que «la selección de un nuevo gestor del aeropuerto de Castelló debería realizarse a través de un concurso público para la adjudicación de la gestión, al igual que se ha hecho en casos similares, como, por ejemplo, por parte de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia para la gestión de Corvera».

A la espera de que sustancie este proceso, el recinto castellonense encarará una nueva etapa. En 2014 empezó su camino con un gestor privado. Anteriormente. El proyecto fue auspiciado a finales de los años 90 por el expresidente de la diputación, Carlos Fabra, en un procedimiento lleno de extravagancias. El Gobierno de José María Aznar dio permisos para su ejecución pero se desentendió de la infraestructura.

Fabra implicó a la Generalitat Valenciana y realizó en 2011 una inauguración sin vuelos operativos, ya que todavía carecía de las autorizaciones pertinentes. Antes de abandonar el cargo, intentó vender el complejo un grupo hispano-libio.

El Consell de Alberto Fabra se desembarazó de Carlos Fabra, quien fue condenado a cuatro años de cárcel, y adjudicó la gestión a Edeis tras promover una contratación pública de libre concurrencia.

La primera aerolínea regular aterrizó en 2015 en el aeropuerto con vuelos a Londres y Brístol, de Ryanair. Desde entonces solo ha sumado a una segunda compañía, BlueAir. La cercanía de las bases de València y Reus y la falta de un turismo relevante en Castelló parece que han desincentivado la llegada de más vuelos regulares. A la vista de ello, Aerocas ha inyectado inversión pública para atraer operativas enfocadas al turismo. El primer plan de captación ha atraído tres rutas a cargo de WizzAir; dos de tres meses de duración con destino a Katowice y Budapest, y una tercera de un año Bucarest. Este año se lanzará un segundo programa con 6 millones de financiación y tres años de plazo.

De esta forma aspira a afianzar la operatividad de la base, que en los últimos tiempos ha visto rebajada la oferta de Ryanair. También confía en conseguir la declaración de servicio público de la ruta Castelló-Madrid por parte del Ministerio de Fomento, una medida que permitirá subvencionar este itinerario.

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