Benicarló se vestía ayer de fiesta para celebrar una jornada en la que el sector fallero de la ciudad alcanza el clímax: La Crida. Con la despertà de la mañana a cargo de la Junta Local fallera, la localidad se envolvía en olor de pólvora a primeras horas del sábado. Era un anticipo del momento más esperado por las diferentes comisiones falleras. La jornada seguía su rumbo esperando el instante en que desde el balcón del ayuntamiento se diera la esperada consigna festiva: «Benicarlandos, benicarlandes, ja estem en Falles!» Abajo, en la calle, el maremágnum de falleros y falleras portando sus estandartes, las charangas y las correspondientes blusas y pañuelos, mostrando la expectación que anticipa la explosión de alegría anual tras las deseadas palabras.

La fallera mayor, Clara Esteller Arnau, la fallera mayor infantil, Claudia Vergé Alberich, acompañadas por la alcaldesa, Xaro Miralles, el edil de Fiestas y Fallas, Ilde Añó, y el presidente de la Junta Local, Fede Guimerà, protagonizaban el momento culminante de la fiesta josefina en el municipio del Baix Maestrat. Asomados al balcón, contemplaban el universo fallero benicarlando reunido en la plaza. Una multitud que jaleaba su presencia en la balconada del consistorio.

Tras el jolgorio desatado por los parlamentos de La Crida, la comitiva se dirigía a las 21.30 horas hacia la pista anexa al Polideportivo para participar en la Cena y Baile Popular.

Los próximos actos multitudinarios previstos dentro del programa fallero son La Cabalgata del Ninot, el 9 de marzo, con el punto de salida en la plaza Constitución. Un acto festivo en la que la imaginación y la fantasía tomarán las calles de la localidad.