La Autoridad Portuaria de Castelló ha firmado un convenio de colaboración con la Universitat Jaume I de Castellón para elaborar un Código Ético y de Conducta. El documento será desarrollado por la cátedra de Ética de la Universitat Jaume I de Castellón, que dirige el catedrático Domingo García Marzá.

El presidente de la Autoridad Portuaria de Castelló, Francisco Toledo, ha señalado que “somos el espejo en el que se miran las más de 6.000 personas que trabajan en el puerto” y ha añadido que “es importante que marquemos ese camino”. Ha añadido que “el futuro código ofrecerá confianza a la sociedad de que trabajamos bajo unas pautas éticas”.

Francisco Toledo se ha referido a la importancia de elaborar este Código Ético y de Conducta “vinculando a quienes están especializados en ética empresarial”, en referencia al departamento de García Marzá.

El documento será redactado en torno a un compendio de principios y prácticas en las que la Autoridad Portuaria de Castelló basará su actuaciones y expondrá los valores de referencia que han de regir su actuación. El presidente de la entidad ha afirmado que “de esta manera renovamos nuestro compromiso con la honestidad, la transparencia y el cumplimiento normativo”. Francisco Toledo ha añadido que la Autoridad Portuaria de Castelló tiene como fin liderar el buen gobierno corporativo, desarrollar mecanismos de prevención de la corrupción, canales de denuncia, auditorías éticas, formación, comunicación, así como transmitir las buenas prácticas a la cadena de valor e impulsar alianzas con sus grupos de interés.

Por su parte, el catedrático Domingo García ha señalado que durante el trabajo de campo para la elaboración del documento “se tendrán en cuenta a los grupos de interés de la Autoridad Portuaria de Castelló para construir su cultura ética”. El catedrático ha afirmado que para una institución pública “es fácil conseguir una imagen, pero lo complicado es alcanzar una buena reputación”. Por ello ha puesto en valor el compromiso voluntario de la Autoridad Portuaria de Castelló para impulsar el Código Ético que “será un instrumento flexible y abierto” y que se irá adaptando a las exigencias futuras.