Nacieron en 2013 gracias a la inquietud de un grupo de madres y padres de la comarca del Alto Palancia, así como profesionales, con el fin de buscar alternativas de ocio para sus hijos y familiares con diversidad funcional. Son la Asociación de apoyo para el desarrollo de la autonomía y la integración social, ADAIS Alto Palancia, que se constituyó con 14 socios y actualmente ya son sobre unos 40.
Y es que esta asociación familiar lleva en desarrollo, desde su fundación, un programa de apoyo a la autonomía personal y social que abarca diversos ámbitos de intervención y que va concretándose en los diferentes proyectos que cada curso ponen en marcha.
Básicamente, sus ámbitos de intervención son de acción directa sobre las personas con diversidad funcional a través de su ocio y tiempo libre y su formación y desarrollo de habilidades y destrezas; de acción directa sobre el entorno familiar y relacional inmediato dando información y asesoramiento, formación y orientación y respiro familiar y de acción directa sobre el entorno social próximo y comunitario, buscando la sensibilización y dinamización, el acompañamiento para la inclusión y la difusión.
Como actividades, desde ADAIS Alto Palancia llevan desde 2016 realizando talleres con la batucada Punkadeira. A través de la música, los socios de ADAIS amplían niveles de desarrollo y destreza psicomotora, así como competencia comunicativa y social a través de la dinámica grupal y favorecen intereses y alternativas de ocio.
Además, el dibujo ayuda también a estos jóvenes a través de clases de plástica a potenciar la coordinación óculo-manual y la motricidad fina, desarrollan la imaginación y la creatividad y despiertan interés y curiosidad por experimentar nuevas sensaciones a través de los sentidos.
Pero además de la música y la pintura, el teatro juega un papel fundamental en las actividades de ADAIS Palancia con el desarrollo de talleres de Arteterapia y teatro. A través del mismo, los asistentes trabajan la autoestima, el desarrollo psíquico equilibrado y amplían los niveles de autonomía personal y social. También potencian la socialización y las posibilidades comunicativas y desarrollan habilidades psicomotoras que facilitan su autonomía y autocontrol para la movilidad.
Otros talleres que han llevado a cabo a lo largo de su andadura tienen que ver con el fomento de las habilidades sociales o el de reciclaje y producción. En la actualidad, desde ADAIS Alto Palancia, se apuesta también por el deporte como un modo más de aprendizaje para los socios a través del Club de Yudo Mikikomi, donde trabajan la psicomotricidad; la disciplina y el desarrollo de capacidades físicas, psicomotrices y sociales y tienen pendiente trabajar con el Club de Balonmano Virgen de Gracia de Altura.
Pero, además de las personas con discapacidad, también los familiares y su entorno se benefician de las actividades realizadas para ellos a través de la Asociación como el almuerzo de hermandad; el programa de conoce tu comarca con la entidad a través de la organización de visitas guiadas; la visita a piscinas municipales durante el verano o las jornadas de convivencia.
Más participación
Desde ADAIS participan en eventos y ferias del Palancia como la del voluntariado de Segorbe, el mercado navideño de Altura o su participación y colaboración en distintos actos y festivales en Soneja y Sot de Ferrer que consiguen darles visibilidad y promover la inclusión.
La asociación se financia a través de las cuotas de socios y subvenciones de entidades públicas y privadas y, como ellos mismos afirman, «llevamos una trayectoria positiva desde el inicio y, en lugar de caer en desánimo, año a año vamos superando obstáculos y consiguiendo financiación para llevar a cabo actividades».
Aún así, la entidad querría contar con un local propio, ya que, afirman, «hoy día es uno de los principales hándicaps con los que nos encontramos para poder llevar a cabo más actividades y tener un punto de referencia para los socios y de interesados en serlo». «El Ayuntamiento de Segorbe nos cede previa petición el local de voluntariado, pero al ser compartido no podemos dejar material con el que trabajamos ni podemos disponer de un horario concreto para atenciones a nuevos socios», lamentan. Para la asociación, si contasen con un local podrían también ampliar la red de voluntariado, implicar a la juventud de la comarca en esta asociación favoreciendo la inclusión, dinamizar el territorio y muchas cosas más.
