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El conflicto de las bases de Cs por el alcaldable de Castelló llega a Madrid

Las exigencias de Merino y su autoproclamación como candidato no han gustado en la dirección nacional

El conflicto de las bases de Ciudadanos en Castelló a propósito del alcaldable se ha colado en la agenda orgánica de la dirección nacional. Las exigencias de Jesús Merino para liderar la lista y la manera que en que desde València se está administrando la elección del candidato no han gustado en Madrid. Tanto es así que se ha decidido intervenir para controlar directamente el proceso, impidiendo así interferencias e intereses partidistas.

La gota que ha colmado el vaso de la paciencia en Madrid es el anuncio realizado por Merino el pasado jueves en la cena del Club Rotary. Ante los asistentes avanzó que él encabezará la candidatura de la formación naranja para la alcaldía de la capital de la Plana y que la oficialidad en relación a su nombramiento se producirá en unos días. Esa autoproclamación ha causado un profundo malestar en la dirección nacional, que considera contraproducente tanto autobombo cuando la elección del alcaldable debe ser el resultado de una profunda reflexión interna y siempre en la línea de las bases para evitar cualquier fractura en el futuro.

Como viene informando Levante de Castelló desde hace semanas, la militancia defiende la necesidad de impulsar una lista con candidatos sin rémoras políticas, requisito que no cumple el citado Merino. Al neurocirujano se le relaciona con el entorno del Partido Popular. No en vano, el presidente de la Diputación de Castelló, Javier Moliner, ejerció como padrino suyo para ingresar en el Club Rotary. Además, también despierta recelo entre los afiliados el hecho de que Merino representante la enésima apuesta de la diputada provincial, Cristina Fernández. Con el propósito de repetir la portavocía en la institución, se ha propuesto controlar la agrupación local. Y no solo imponiendo su candidato, sino también participando activamente en la elaboración de la candidatura.

Así, habría claudicado ante la petición del neurocirujano de elegir a los cuatro siguientes de la lista, siendo Cecilia Masó su número dos. De igual forma permitiría a Merino tener dedicación parcial como concejal en el ayuntamiento para continuar ejerciendo como médico en el General Universitario y Hospital Jaime I.

Para Madrid, esas condiciones resultan inasumibles partiendo de la premisa que el portavoz de Ciudadanos en una capital de provincia (como es el caso) requiere de dedicación exclusiva, como ha sucedido con Cristina Gabarda en esta legislatura. Otra cosa distinta será su papel en la futura corporación, en función de los resultados electorales y dependiendo de posibles pactos para situarse en el gobierno o en la oposición.

La militancia comparte ese razonamiento respecto a la dedicación e insiste en que el galeno «no tiene el perfil adecuado. Necesitamos una lista potente con gente conocida de Castelló que sea capaz de captar votos», retiran algunas voces de la junta directiva. En esta línea, recuerdan que «la militancia debería tener más voz en las listas. Aquí nadie pregunta nada, cuando lo lógico sería que nos consultaran para saber qué nos parece lo que se está diciendo. Todo funciona de manera muy hermética».

En este punto, Madrid no demorará en exceso su decisión final sobre la candidatura en Castelló. De hecho, este mismo fin de semana podría quedar resuelto el tema para, así, hacerlo público la semana próxima.

Ciudadanos es la única formación con representación municipal que todavía no ha avanzado respecto a su lista para las elecciones municipales. Mientras el resto de partidos ya ha elegido su candidata o candidato o, en el peor de los casos, simplemente ha perfilado la estrategia para ello, la agrupación naranja sigue enfrascada en batallas internas. Pero no será por mucho tiempo visto que Madrid ha decidido actuar con carácter de urgencia.

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