Obras, averías o falta de persona han provocado 2.000 cancelaciones de trenes de Cercanías o Regionales en dos años en el núcleo de València-Castelló. Así lo asegura el manifiesto que ayer se repartió en una concentración reivindicativa convocada por más de 20 entidades ciudadanas en las estaciones de València y Tortosa para denunciar el «maltrato» que sufre el ferrocarril convencional.

La convocatoria, con el lema de «Xiulem el tren, fue promovida por un variopinto grupo de asociaciones, como plataformas de usuarios del ferrocarril de las tres provincias valencianas y de Tarragona, colectivos ecologistas y entidades vecinales, y fue respaldada por Compromís, Podem, Comisiones Obreras y CGT. Este movimiento eleva de esta forma su presión ante la Administración Pública a fin de conseguir sacar del «olvido» inversor al transporte ferroviario más utilizado en la Comunitat Valenciana.

Los retrasos y las supresiones en el Cercanías se han prodigado desde 2015, especialmente en el tramo València-Castelló, que se ha visto afectado por las obras del tercer raíl del corredor mediterráneo. También hay problemas en las líneas de Xàtiva y Gandia, según Paula López, una joven natural de Aldaia que estudia en Castelló y que ejerce de portavoz de la organización.

López criticó en la manifestación de València «la desigualdad» en la inversión del Cercanías frente a la que se hace en el AVE. «Se está dando toda la prioridad al AVE, que representa el 3% de los viajeros mientras que los cercanías y el resto de trenes mueven el 96% restante». López remarcó que la inversión en estos trenes es «solo del 20% año tras año»

«Estamos sufriendo un maltrato diario, retrasando y cancelando trenes continuamente, se ha incrementado el tiempo de trayecto en cercanías entre València y Castellón, cuando antes era de una hora ahora es de una hora y 20 minutos», incidió la portavoz.

Según el manifiesto, en 2017 y 2018 «solo en València se suspendieron 2.000 trenes por año en cercanías y regionales por falta de personal, material o mantenimiento». Por este motivo, continúa el documento, «en los últimos años se han perdido diez millones de usuarios en València, siempre por el mal estado prestado y las interminables obras del corredor mediterráneo, que es un AVE camuflado (en referencia a la línea de alta velocidad de Castelló), que no ha comportado ningún beneficio a las personas usuarias».

Según datos publicados por Renfe, en el primer semestre de 2018 se suspendieron el 4,5 % de los trenes del cercanías del entorno de València y el 12 % de los servicios llegaron con más de 3 minutos de retraso.

«Lo que sucede es que hay gente que como ve que no llega a la hora al trabajo ha dejado de utilizar el Cercanías y ha optado por coger el coche», lamenta Paula López.

López afirma que hay acciones que no requieren una gran inversión y que no se hacen como sería informar a la gente cuando se retrasa o se cancela un tren. «Parece que lo hacen a propósito para que los pasajeros estén a disgusto», critica.

Los convocantes protestan por la inversión de «60.000 millones de euros en AVE, un tren elitista y devorador de recursos económicos y medioambientales, que profundiza la discriminación social».

Las 22 entidades promotoras de «Xiulem pel tren» plantean una batería de diez reivindicaciones, entre otras, que el Ministerio de Fomento priorice las inversiones en Cercanías y Regionales, que reestructure horarios y frecuencias que permita «un servicio puntual y con garantías de circulación», y que rehabilite estaciones. En definitiva, apuestan por potenciar «un tren público social, seguro, accesible y de calidad». «Menos AVE y más Cercanías y Regionales» es uno de los lemas del movimiento

Sin presupuesto

El actual Gobierno previó en su proyecto de presupuestos de 2019 una inversión de 71 millones en la red del Cercanías de València y Castelló, pero sus cuentas fueron tumbadas por la mayoría del Congreso de los Diputados. Renfe afirma que mantiene en marcha un plan de renovación de la flota que implica una mejora de unos cuatro convoyes de cercanías entre València y Castelló al año. Asegura que los casos de impuntualidad ahora son mínimos, pero los usuarios todavía no detectan una supuesta mejora del servicio y es raro el día que no denuncien retrasos en los trenes de las seis líneas del Cercanías de la capital del Túria.