Quizá como decía W. Churchill 'No es un momento para la comodidad y el confort. Es el momento de la osadía y la resistencia'. No lo dijo así el señor Puig el pasado lunes en su primer discurso como candidato a la Generalitat aprovechando su comparecencia institucional tras decidir adelantar 28 días las elecciones Autonómicas para hacerlas coincidir con las Generales del 28 de abril. Lo que sí que dijo textualmente el President Puig fue: «...El problema valencià no està solucionat i molts aspectes continuen sent impossibles...» Por tanto, ni comodidad, ni confort de nuestra Comunitat porque aunque él mismo dijera que la política del Botànic ha sido valiente, honesta y eficaz a nadie se le escapa que la realidad pasa por una educación en barracones para 11.000 niños además de un modelo adoctrinado, una lista de espera de 65.000 personas en sanidad y un modelo de financiación obsoleto. En definitiva, una gestión sectaria y partidista.

Y, para resistir como su jefe, Puig se suma al Sanchismo y se juega su responsabilidad al todo o nada. Puig justifica el adelanto electoral en la singularidad valenciana porque, según él, «en estos moments en Espanya es parla de la qüestió valenciana». Una excusa barata que le hace flaco favor porque lo que se juega el 28 de abril es la unidad de España, la estabilidad de la Democracia y el cumplimiento del Estado de derecho. Por tanto la singularidad de la nación en contra del nacionalismo.

Desde Ciudadanos aplaudimos la decisión del President de adelantar las elecciones, llevamos un año y medio reclamándoselo porque ya veíamos que el problema valenciano no tenía solución y él formaba parte del mismo. Pero para estos «intelectuales de salón y progres de ocasión», que es como llama Corcuera a los sanchistas, la resistencia es el único manual de males. Y, ¿alguien ha caído en que esta independencia electoral autonómica supone un guiño hacia el modelo federal que parecía haber enterrado el PSOE? Lo evidente es que Sánchez es a España es lo que Amparo Marco y Ximo Puig son a Castellón y la Comunitat Valenciana: pasan de la nación y posan de largo para el nacionalismo.

Esta singularidad ha quedado retratada, el piloto de la resistencia del sanchismo está en rojo, el Botànic ha naufragado, el Pacte del Grau ahogado y los españoles, valencianos y castellonenses reorganizando agendas pascueras porque nos jugamos mucho y todos queremos participar. El viaje puede esperar y volver a lo mismo que tenemos ahora, desesperar.

Acabaré como he empezado, parafraseando a W. Churchill que decía 'El socialismo es la filosofía del fracaso, el credo de la ignorancia, y la cúspide de la envidia...' Y en realidad, el nacionalismo surge de los egoístas que creen que el liberalismo es como un pecado. Pues bien, No seré yo quien subestime la inteligencia de los demás pero recomiendo un examen de conciencia, huir de los complejos y no caer en los errores del pasado. Porque a quien vive del pasado se le escapa el presente y España y la Comunitat Valenciana no merecen distracciones.

Esta España mía, esta España nuestra, ay ay...

Este Castellón mío, Este Castellón nuestro, ay ay...