PSPV y Compromís han sido los dos primeros partidos de Castelló que han hecho públicas las candidaturas de las próximas elecciones municipales. La formación valencianista tiene pendiente completarla tras las primarias de este fin de semana pero los puestos salida ya han sido resueltos. A un mes y medio de las elecciones municipales y autonómicas, el Partido Popular y Ciudadanos tienen estos deberes por hacer. El PP de Castelló ya ha proclamado a Begoña Carrasco como su cabeza de lista, mientras en Ciudadanos hay división de opiniones con la posible candidatura del neurocirujano Jesús Merino a la alcaldía de la capital de la Plana.
En el caso de los populares, de los actuales ocho concejales se da casi por segura la continuidad, además de Carrasco, de Vicent Sales, Salomé Pradas y Carlos Feliu. Como posibles incorporaciones apuntan el secretario general del PP Local, Sergio Toledo; Susana Fabregat -actual asesora del gabinete de comunicación del PP; y Juan Carlos Redondo, un consultor empresarial que forma parte del equipo de colaboradores de Carrasco. Como número dos iría, según fuentes internas, el actual concejal y vicepresidente de la diputación, Vicent Sales.
No repetirán Javier Moliner, que ya anunció que abandonaba la política al fin de esta legislatura, así como Juan José Pérez Macián, según señalan desde el PP. Macián ha sido regidor desde 2003, a excepción de dos años (2006 y 2007) en los que ocupó la dirección general de Administración Local del Consell.
El PP cosechó en 2015 el peor resultado de unas elecciones municipales y perdió la mayoría absoluta, una circunstancia que propició un gobierno de coalición integrado por los socialistas y Compromís apoyado desde la oposición por Castelló en Moviment.
Candidatos de Podem Castelló
Podem Castelló prepara el camino al 28 de abril para «ampliar los derechos de las mujeres» y no «retroceder a peores épocas». Irene Gómez, cabeza de lista a las Corts Valencianas, y Marisa Saavedra, al Congreso, encabezan el equipo de la formación morada en la provincia.
«En toda España el 8 de marzo ha sido una respuesta muy contundente del movimiento feminista ante las amenazas de la derecha de recortar sus derechos y volver a épocas más oscuras, cuando teníamos menos derechos reconocidos y las mujeres sufríamos las violencias machistas sin apoyo institucional», resalta Marisa Saavedra en un comunicado.
