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El uso del móvil como herramienta educativa

Castelló acoge por cuarto año consecutivo la gincana que pone a prueba el conocimiento de los jóvenes sobre las aplicaciones y redes sociales

Los jóvenes partieron a las nueve de la mañana desde el Menador. carme ripollés

Casi mil alumnos de institutos de Castelló de la Plana, Benicarló, Benicàssim, Betxí, Borriana, la Vall d'Uixó, Torreblanca, Sant Mateu, Nules, Els Ports, Almenara i l'Alcalatén, entre otros, participaron ayer en la cuarta edición de la Castellonada, una gincana no competitiva en la que los participantes aprenden, de manera activa, a hacer un buen uso del teléfono móvil. La salida tuvo lugar a las nueve de la mañana de Espai Cultural Menador y finalizó a las 13.00 horas en el mismo lugar con un la representación teatral sobre comportamientos de riesgo entre los jóvenes.

Tal como explicó ayer el profesor de física y química en el IES Vilafranca y uno de los organizadores del evento, Jordi Marín, la finalidad de la Castellonada «es doble: por un lado, que el alumnado aprenda a moverse de forma autónoma por la ciudad, lo que implica el uso del transporte público, y que aprenda a hacer un uso más racional de los dispositivos móviles». Se trata de un «itinerario y gincana digital» que «formaría parte de una metodología activa compuesta por una serie de pruebas no competitivas pero que tienen que superar en cada una de las localizaciones que se indican», añadió.

En la edición de ayer, el alumnado tuvo que superar cinco pruebas en cinco puntos de Castelló donde, a través de una aplicación de realidad aumentada podían ver unos gusanos que, clicando sobre ellos, indicaban cuál era la prueba a superar. Las pruebas comprendían acciones que se publicaban en las redes sociales y el profesorado las comprobaba en tiempo real desde el Menador, donde se habilitó un espacio para ello. Asimismo, cada una de las pruebas comprendía una temática. Una de ellas consistía en medir el nivel de ruido que había en la localización indicada, con lo que se confeccionó un mapa de cuáles son los puntos de más ruido de Castelló. Las otras pruebas fueron: hacerse una foto con la portada de un libro de tal forma que quedara integrada en una parte del cuerpo; un vídeo literario a partir de una frase inspiradora de la obra de autores y autoras literarias; una entrevista a alguien de la calle sobre la opinión que les merece el uso del teléfono móvil como herramienta educativa; y, la última, libre y cuya temática la eligía el profesorado. Antoni Navarro, experto en tecnologías aplicadas a la educación de Cefire Castelló apuntó que «el mensaje que se quiere trasladar es que la competencia digital tiene que ser transversal para comunicar los contenidos». «La competencia digital que se les atribuye a los jóvenes no es real, en lugar de ser consumidores de tecnología tienen que ser productores de contenido en Internet, lo que se conoce con el término de prosumidores», concluyó.

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