Debía ser una de las personas más felices ayer en el Estadio de la Cerámica. Javi Calleja, el entrenador del Villarreal, no podía ocultar su satisfacción no sólo por el resultado, sino también por la reacción de su equipo ante el Rayo Vallecano. El técnico madrileño señaló que «le doy muchísimo valor a lo que hacemos. Teníamos encima mucha carga física y psicológica y, cuando peor se han puesto las cosas, el equipo ha demostrado personalidad y que quiere salir de abajo. Tras ponerte con un gol en contra y con la obligación de ganar, tiene mucho mérito lo que se ha hecho».

Sobre el desarrollo del partido, Calleja comentó que «hemos acabado bastante bien la primera parte, pero al salir ha faltado convicción y ritmo. No hemos sabido meterles en su campo e imponernos. Si no impones tu juego, cuando se producen errores, como en la jugada del gol suyo, se pagan». Pero, después del tanto visitante, Calleja señaló que «hemos creado ocasiones claras antes del descanso, y en la segunda parte teníamos claro que había que ir a por todas. El compromiso y la entrega del equipo se ve en cada partido».

También se acordó de Fernando Roig, el presidente del Villarreal que hace un mes le repescó para hacerse con las riendas del equipo. «Hay que ser valiente para dar ese paso. Estábamos todos convencidos en lo que hacíamos, y lo que hemos hecho hasta ahora solo se ha conseguido con unión y trabajo. No hay que olvidar de dónde venimos». Además, incidió en que «el equipo es una familia y, aparte de los resultados, me llena de orgullo el nivel humano y profesional que muestran estos jugadores».

También reconoció el preparador amarillo que «estamos en la buena ola. Esto evidencia que, cuando ganas, la mentalidad cambia y la Europa League ha servido para eso, para coger confianza y enganchar a todo el mundo. Todos se sienten importantes y aportan». Además, reconoció que «cuando estás así deseas que no pare la competición, pero también nos viene bien a nivel mental. Esta semana puedes desconectar, lo vives con otro ánimo, con otra energía. Es una semana para trabajar, pero también para liberarse. Y finalizó señalando que «veo un pequeño colchón que sólo sirve para trabajar más y mejor. En Vigo, otro partido importantísimo y esto no para».