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Partido Popular

Un presidente provincial en caída libre

Miguel Barrachina no ha superado la 'purga' de Casado para el Congreso y también puede quedar fuera del Senado

Un presidente provincial en caída libre

Miguel Barrachina, presidente provincial del PP de Castelló, ha vivido en una auténtica montaña rusa política en el presente mandato. Desde el inicio de la legislatura y hasta mediado el mandato, Barrachina habitó en la cresta de la ola, sobre todo en el ámbito de la político nacional, con la portavocía de al Comisión de Infraestructuras del Congreso de los Diputados del poderoso Ministerio de Fomento.

Y, ahora, afronta el crepúsculo de su era como diputado nacional, con la certeza primero de que no será cabeza de cartel para el Congreso de los Diputados, y las remotas posibilidades de ser el número uno al Senado, si el líder nacional del PP, Pablo Casado, renueva con el mismo calado las listas del los conservadores para la Cámara Alta. De momento, Casado ya anunciado que sólo en dos provincias habrá trasvase del número uno del Congreso al Senado. Casado ha explicado que solo hay dos personas que han pasado de ser diputados en el Congreso para encabezar la candidatura al Senado, en alusión a Fernando Martínez-Maillo (Zamora) y Carlos Floriano (Cáceres)

La doble caída del otrora líder nacional del PP, Mariano Rajoy, ha acarreado idéntico descalabro para uno de sus acólitos más destacados en la provincia de Castellón. Con perdida del poder central del PP, el diputado nacional por Castelló quedó despojado, primero, de su de su poder en el área del Ministerio de Fomento.

Sin embargo, Miguel Barrachina se había movido hasta ahora como pez en el agua el laberinto interno del PP como pez en el agua. No en vano, el líder local del PP de Segorbe, ha sobrevivido a los liderazgos de Camps y Fabra en la Comunidad, y supo postularse como el primer marianista en el provincia de Castelló.

Pero en la última encrucijada del partido, la batalla interna por el sucesor de Mariano Rajoy al frente de la presidencia nacional del partido, Miguel Barrachina erró el tiro. En esta gran partida, Barrachina optó por un caballo que a la postre resultó perdedor, la candidatura de la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría. Y pese a sus rápidos y públicos pronunciamientos por posicionarse con el bando vencedor, léase, Pablo Casado, al final éste le ha pasado factura, y lo ha descabalgo del número uno de la lista del PP al congreso de los Diputados por Castelló.

Si finalmente, Barrachina tampoco integra la lista del PP al Senado, el margen de maniobra del presidente provincial prácticamente es nulo. Sólo le quedaría pujar por el bastión de la Diputación. Pero aquí, de volver tener la suficiente mayoría el PP, quien seguiría mandado aún sin estar es Javier Moliner. Y éste ya ha elegido delfín, a saber: el actual vicepresidente primero, Vicent Sales.

Este periódico intentó ayer sin éxito conocer la opinión Barrachina sobre la decisión de Casado de descabalgarle del número de la candidatura del PP al Congreso de los Diputados por Castelló, en beneficio del también diputado Óscar Clavell.

El golpe en la mesa que ha dado Casado con motivo de las lista al Congreso, aún puede tener mayor repercusión. Por ejemplo, la lista autonómica, que pese a las filtraciones, no está oficialmente cerrada. También aquí Casado tiene la última palabra.

La única que ha salido indemne de este proceso interno del PP con motivo de las listas electorales, es la presidente local y candidata a la alcaldía, Begoña Carrasco,quien desde el minuto cero se unió sin ambages y en primera fila a la opción de Casado como sucesor de Rajoy.

En todo caso, la incógnita final sobre los candidatos al senado y composición del resto de listas del PP para los comicios generales y autonómicos estará despejada como más tarde el próximo lunes, día 25, cuando expira el plazo oficial para la presentación de candidaturas para sendas convocatorias electorales.

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