El Fadrí cobró anoche vida con una Enfarolà resplandeciente y que iluminó el cielo de Castelló. La pirotecnia Reyes Martí, encargada de colorear el campanario, volvió a sorprender al numeroso público presente en la plaza Mayor, que disfrutó de uno de los actos más emblemáticos del primer día de la Magdalena. La combinación de colores de los fuegos artificiales resultó mágica, aunque lo que más impactó fue el inesperado remate final con un letrero luminoso en lo alto de la torre, diseñado para la ocasión al objeto de conmemorar el 75 aniversario de las fiestas fundacionales.

Todo este espectáculo se desarrolló bajo los compases de la colla Xaloc, que interpretó con gran destreza y acierto las melodías más tradicionales y conocidas de la Magdalena.

Tampoco pasó desapercibido el despliegue de los bomberos municipales, cuya habilidad y talento quedaron patentes al descender por el campanario para extender una colosal bandera de Castelló, que parcialmente cubrió El Fadrí.

La plaza Mayor, durante aproximadamente 15 minutos, paralizó la actividad del món de la festa más costumbrista, que vivió con intensidad y emoción una representación completamente consolidada en el programa magdalenero. Eso sí, a diferencia de otros años, no hubo el característico correfocs como colofón de la Enfarolà. Este año los demonios protagonizarán un gran espectáculo en el Grau el sábado, 30 de marzo, con la participación de Botafocs, Dimonis de la Plana y Diables de Castelló, que bailarán, saltarán y correrán por las principales calles del distrito marítimo.