Con ánimo renovado se afronta este partido tan atractivo y del que tanto se está hablando durante estos días festivos en la capital de la Plana. Será un encuentro especial, no sólo para el Castellón, sino también para el Hércules. Dos equipos con objetivos antagónicos a día de hoy. La escuadra de la capital de la Plana pelea por alejarse del descenso y el conjunto de la capital de Alicante quiere ganar para asegurarse plaza para disputar la fase de ascenso a Segunda División.
Dos objetivos diferentes, pero dos clubes históricos cara a cara. Dos pesos pesados con un presupuesto muy superior a la media de los equipos participantes en Segunda División B. La situación es diferente. El Castellón salió la semana pasada del descenso para instalarse en la plaza de 'play-out' y el Hércules, tercero en la tabla, está luchando por ser segundo y esperando el milagro para ver si pueden ser primeros.
Un partido ya de por sí diferente al resto en la categoría, por la solera de los contendientes, y por el ambiente que se respirará mañana en Castalia a partir de las 19.30 horas. Llenarse no se llenarán las gradas, en principio, pero se estará cerca y se dará la sensación de lleno. La afición albinegra será la que llevará la voz cantante. El Hércules estará animado por 220 seguidores que son los que vienen con la entrada en la mano.
Rivalidad. La hay pese a ser dos equipos separados por 251 kilómetros. El derbi geográfico del Castellón sería contra el Villarreal (ahora tiene que ser contra el filial) y para los herculanos su derbi es contra el Elche, pero de un tiempo a esta parte no se pueden cruzar en la misma categoría. Hay rivalidad y pique entre las aficiones albinegras y blanquiazules.
Clasificación al margen
Y en un partido se estas características hay que dejar al margen la clasificación. En el Hércules se afronta este partido respetando mucho al Castellón, y en la capital de la Plana se respeta mucho al rival por su potencial. En la primera vuelta el partido terminó en empate en tierras alicantinas. Ahora lógicamente, los dos equipos se ven capacitados para ganar al rival. Los alicantinos, eso sí, deberán mejorar a domicilio porque llevan dos meses sin arrancar una victoria lejos del Rico Pérez. Los 'orelluts', que han dejado escapar muchos puntos de casa, llegan a la cita tras ganar dos triunfos consecutivos. Es un arma de doble filo.
