Miguel Álvarez asumió el empate en el campo del Olot como un «punto muy peleado» y destacó que enfrente tuvieron «a un gran rival y es difícil jugarle». El veterano técnico jienense del Villarreal B señaló que «los dos equipos han sido a buscar la portería rival desde el primer al último minuto. Y los espectadores que han pagado al entrada para ver este partido se habrán divertido». Volvió a decir que su equipo volvió a cometer «pecados de juventud», en especial en la recta final del primer tiempo.

«El equipo entendió el mensaje en el descanso y volvimos a salir muy enchufados. Los cambios también mejoraron nuestra aportación. El fútbol se decide por el acierto, y a nosotros nos faltó acierto porque con la ocasión de Nikola tuvimos el 2-3 a nuestro favor», abundó el entrenador del filial amarillo. La próxima cita será el domingo a las 12.00 horas en la Ciudad Deportiva Dani Jarque contra el Espanyol B. Repetirá salida la escuadra de la Plana Baixa.