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Queja

El Gobierno endurece su tono ante la UE por los daños de los cítricos de Sudáfrica

El Ministerio de Agricultura reclama a Bruselas que "realice un análisis de impacto sólido" de las importaciones

Dirigentes de la Unió en el Ministerio de Agricultura. levante-emv

El Gobierno central admite ya sin ambages el posible impacto de las importaciones de cítricos de Sudáfrica y Egipto en la producción de la Comunitat Valenciana y ahora endurece su tono ante la Unión Europea para que evite la competencia desleal. Al respecto, asegura que ha demandado a Bruselas que se respete «la aplicación de los principios de reciprocidad en los acuerdos comerciales con países terceros».

Esta reivindicación la recoge en el paquete de medidas que ha preparado para afrontar la crisis citrícola y que ayer dio traslado a la Unió de Llauradors i Ramaders la directora general de Producciones y Mercados Agrarios del Ministerio de Agricultura, Esperanza Orellana, en una reunión en Madrid. La organización agraria subraya que los productores europeos atraviesan una «difícil situación debido, entre otras cosas, al notable aumento de las importaciones de cítricos procedentes de determinados países del hemisferio sur». Cabe recordar que Sudáfrica duplicó sus envíos el año pasado respecto a 2014. El sector por ello reclama que se impongan el tratamiento en frío y los mismos controles fitosanitarias que se exigen a las exportaciones españolas. Considera que son medidas esenciales para garantizar una competencia sin abusos.

El secretario general de la Unió, Carles Peris, valoró el cambio de viraje del ministerio. Subrayó que el Ejecutivo central ha elevado la presión ante las autoridades de la Comisión Europea respecto a las exportaciones del hemisferio sur y resalta que en estos momentos reclama con más ahínco la reciprocidad en los acuerdos comerciales entre la UE y otros países.

El programa del ministerio indica que ya ha trasladado a las instituciones comunitarias «la necesidad de que se lleve a cabo un análisis de impacto sólido e implemente sistemas de seguimiento de los efectos con el objetivo de tomar cuentas medidas sean necesarias». «Los agricultores tienen que poder vender sus productos a precios que les permitan vivir e invertir en explotaciones más seguras, competitivas y sostenibles medioambientalmente», añade la hoja de ruta de Agricultura, que recuerda a finales de este año se pondrá en marcha el Observatorio del Mercado para los Sectores de Frutas, Hortalizas y Vino.

La Unió de Llauradors destaca que la directora general de Producciones Agrarias también demandará a la UE, a petición de la citada entidad, que pida la expedición de certificados a las exportaciones de cítricos con el fin de mejorar el seguimiento de las importaciones.

La Unió de Llauradors afirma que este requisito ya se ha establecido en las manzanas y en el ajo. Este certificado, explica, serviría «para llevar a cabo un control riguroso y en tiempo real de las importaciones de los diferentes países, con lo que se mejoraría en la información de los mercados e incluso en conocer si las importaciones están perturbando el mercado interior de la UE en cualquier momento». «Estos certificados no suponen una barrera comercial, simplemente se trata de un registro para conocer anticipadamente la fruta que va a entrar en la UE», añade la asociación.

Medidas contra la crisis

La Unió considera insuficiente la línea de crédito de 40 millones (40.000 por beneficiario) que plantea el Gobierno para ayudar a los citricultores afectados por la crisis. El ministerio rechazó en la reunión de ayer la concesión de ayudas directas porque no tiene margen para modificar el presupuesto. Mantiene, por su parte, una rebaja fiscal (reducción del índice de rendimiento neto) que aplicará en el ejercicio de 2018.

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