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Demografía

Un 30 % de la población de más de un tercio de pueblos de Castelló supera los 65 años

La despoblación y el envejecimiento se convierten en dos de los principales problemas de la provincia

La mitad de los habitantes de Villamalur tienen más de 65 años. levante-emv

La despoblación y el envejecimiento se han convertido en dos de los principales problemas de la provincia de Castelló. 108 de los 135 municipios del territorio perdieron habitantes en 2018 y en más de un tercio un 30 % de su población tiene más de 65 años.

Según un último informe estadístico publicado por el Ayuntamiento de Castelló, 55 localidades de la provincia cerraron el año pasado con más de un 30 % de residentes de más de 65 años. 19 pueblos superaron incluso el 40 %. En lo alto de la pirámide más envejecida se encuentra Villamalur, donde el 49 % de sus 63 habitantes son pensionistas o jubilados. Esta población del Alto Mijares es uno de los ejemplos más notorios de la despoblación que registra el interior de Castelló. En 199o sumaba 170 habitantes y esta cifra bajó a los 63 en 2018. Con más del 45 % de jubilados se sitúan también Montán, Villanueva de Viver, Ayódar y Gaibiel.

La estadística pone de manifiesto que en el 65 % de los municipios de la provincia habitan menos de 1.000 habitantes, mientras en el 48 % solo viven menos de 500 habitantes.

La situación es especialmente agravante en 18 pueblos cuya demografía no alcanza ni los 100 vecinos. Se tratan de Toga (100), Fuentes de Ayódar (94), Matet (84), Vallibona (75), Torrechiva (74), Espadilla (72), Villanueva de Viver (66), Villamalur (63), Higueras (62), Pavías (62), Sacañet ( 59), Torralba del Pinar (54), Fuente de la Reina (49), Herbers, Vallat (49), Villores (42), Palanques (31) y Castell de Cabres (19).

Asimismo, 108 de l0s 135 pueblos de Castelló perdieron población el pasado ejercicio. Únicamente ganaron Almassora, Vila-real, Onda, Borriol, Moncofa, Nules, Orpesa, Sant Joan de Moró, Benicarló, l'Alcora, Almenara, Altura y Cinctorres. En otros trece el crecimiento se estancó.

Luego no hubo variación en Eslida, Arañuel, Castell de Cabres, Fuentes de Ayódar, Higueras, Palanques, Pavías, Sant Mateu, Toga, Torás, Torralba del Pinar, Vallat, Villanueva de Viver y Vistabella del Maestrat. Además, en 35 municipios no se registraron nacimientos en 2018.

En el periodo 2000-2018, los principales descensos de población se produjeron en Villamalur (-55 %), Herbés (-52 %) Matet (-40 %), Culla (-34 %), Villores (-33 %) y Pina del Montalgrao (-31 ).

Cabe destacar, por contra, que en la tasa de natalidad en los primeros puestos se encuentran municipios pequeños como Herbers (20, 62 %), Ares del Maestrat (20,05 %), Sant Mateu (12, 70 %) y Benlloch (12,06 %).

La provincia arrastra de esta forma una estructura demográfica donde el peso demográfico se concentra en el litoral, que acapara los principales sectores productivos y económicos de la provincia.Castelló capital está en la cúspide con 170.888 habitantes, seguido de Vila-real (50.577), Borriana ( 34.544), la Vall d'Uixó (31.544), Vinaròs (28.438) y Benicarló (26.744).

En los últimos 18 años, los mayores aumentos poblacionales se han dado en Orpesa (136 5), la Pobla de Tornesa (116 %), Sant Joan de Moró (73, 81 %), Fuente de la Reina (68,97%), Peñíscola (63 %), Sant Jordi (60 %) y Moncofa (60 %). Por su parte, la capital de la Plana ha protagonizado una mejora de un 20 %.

Las Administraciones públicas han empezado a reaccionar en los últimos años y han lanzado planes para intentar reflotar la despoblación de Castelló.

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