Vall d'Alba clausuró ayer la vigésima segunda edición de su Fira del Comerç, Ramaderia i Agricultura con la que, año tras año, «queremos reivindicar y potenciar nuestra condición de pueblo agrícola y ganadero», explicó ayer la alcaldesa de la localidad, Marta Barrachina, que tras durante la última jornada de 'La Fira' se sintió «muy satisfecha por la respuesta popular registrada en esta edición que, según las apreciaciones de los expositores, ha sido la más multitudinaria de todas». En este sentido, Barrachina recordó que tanto la agricultura como la ganadería «tiene un importante peso en la economía local, y con esta feria queremos ayudar a los profesionales de ambos sectores a que conozcan los nuevos productos y técnicas para mejorar sus productos, aumentar su productividad y obtener una mayor rentabilidad».

La ya veterana manifestación comercial, que es conocida por todos como 'La Fira', es, según Barrachina, «especialmente importante para los profesionales del mundo de la ganadería y la agricultura porque les permite conocer, de una manera rápida y amena, los últimos productos y las más importantes novedades registradas en ambos sectores». Además, también se pueden encontrar expositores de alimentación, artesanía e, incluso, animales vivos».

En esta ocasión, han participado en 'La Fira' más de 170 empresas procedentes no solo de la provincia de Castelló, sino también de Tarragona, València, Teruel y Cuenca que ocupan más de 2.000 metros lineales de exposición, y Barrachina anuncia que ya se está «buscando fórmulas para, en próximas ediciones, poder dar cabida a las muchas empresas que este año no han podido exponer por falta de espacio. Queremos que cada año, nuestra 'Fira' sea más grande y mejor».